Con el interés en contribuir al logro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la denominada Agenda 2030, Agroindustrias Unidas de México (AMSA) y Biofábrica Siglo XXI firmaron un acuerdo para trabajar en conjunto con el fin de impulsar la cafeticultura sustentable en México.
Esta alianza pretende mejorar la productividad y rentabilidad de la producción primaria a partir de técnicas que no solo aseguren el cuidado del medio ambiente, sino que además permitan mejorar la rentabilidad para los productores, y que se encaminen hacia procesos de regeneración de los recursos naturales.
AMSA, como parte del grupo ECOM Agroindustrial LTD, lidera la comercialización de café en México, y por conducto de Servicios de Manejo Sostenibles (SMS), brinda servicios de capacitación, asistencia técnica, plantas de alta calidad, insumos, financiamiento y gestión de certificaciones sustentables tales como Rainforest Alliance, C.A.F.E. Practices TASQ Nespresso y orgánicos, entre otras. SMS trabaja de manera directa con miles de pequeños productores y fincas, así como con organizaciones, teniendo como misión el contribuir a la mejora de condiciones sociales, económicas y ambientales de los cafeticultores y sus familias.
Por su parte, Biofábrica Siglo XXI, empresa agro biotecnológica dedicada a vincular la investigación, innovación y desarrollo tecnológico con la producción agrícola, mencionó que intenta ser agente de cambio en el mercado agropecuario que genere valor a los productores mediante la contribución de alternativas económica y ecológicamente sustentables.
En el caso del café, Biofábrica lleva más de 8 años trabajando con productores y empresas productoras de café para mejorar la productividad y la sustentabilidad del cultivo con muy buenos resultados en calidad, rendimientos, producción de plántula y control de roya.
Algunos de los objetivos mencionados en este acuerdo son: incrementar la productividad y la calidad de la producción de café en México, especialmente en las zonas cafetaleras de Puebla, Veracruz, Chiapas y Oaxaca; conservar y recuperar los suelos agrícolas; reducir el uso de agroquímicos; hacer un uso más eficiente del agua; aumentar la sustentabilidad y reducir el impacto ambiental mediante la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del uso de agroquímicos, el incremento de captura de carbono a través del suelo y el desarrollo de proyectos de bioeconomía circular que permitan el aprovechamiento de residuos y subproductos derivados de la producción del café; entre otros.
Del mismo modo, pretende apoyar el desarrollo de capacidades y la transmisión de conocimientos técnicos entre jóvenes del sector rural, para así propiciar un adecuado relevo generacional en la cafeticultura mexicana, el cual es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta el sector.
Gracias a este acuerdo, se espera generar espacios de oportunidad para la inclusión social y financiera de los cafeticultores y sus familias, a la par que impulsar un desarrollo tecnológico que permita incrementar los niveles de rentabilidad y sustentabilidad del sector cafetalero mexicano.
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