EL AÑEJO PROGRAMA DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA DE FERTILIZANTE QUÍMICO SE REPITE

Escrito por Marcel Morales

El pasado 18 de enero, en el estado de Guerrero, nuevamente se anunció el programa de regalo de fertilizante químico a productores agrícolas. Decimos añejo por que éste no se inició con la 4T, como se dice. Su origen se remonta a 1993 en el estado de Guerrero, siendo gobernador el controvertido Rubén Figueroa. El programa se mantuvo con los tres gobernadores posteriores, hasta que, debido al cúmulo de corrupción y desaseo no se pudo mantener.

En el 2019 el gobierno de la 4T retomó el programa de distribución gratuita de fertilizantes, iniciando en el estado de Guerrero, posteriormente se amplió a otros estados. El anuncio de la puesta en marcha para este año, se hizo con la novedad de que ahora el programa tendrá una cobertura nacional. En total se distribuirán un millón de toneladas de fertilizantes químicos a dos millones de productores, en 3.5 millones de hectáreas.

Cabe mencionar que en los casi 20 años que el programa ha operado, no se ha realizado ningún tipo de evaluación de resultados; no sabemos si se incrementó la producción, si mejoró el ingreso de los productores, si se deterioró la calidad de los suelos, etc.

Según el Presupuesto de Egresos de la Federación, el programa de fertilizantes tiene un costo de 18 mil millones de pesos, lo que representa diez veces más recursos que el presupuesto destinado al fomento de la agricultura, ganadería y pesca en su conjunto.

Actualmente, el fertilizante es un insumo muy cuestionado, ya que es altamente costoso (compromete a más del 50% de la estructura de costos del cultivo); es altamente ineficiente, ya que la planta sólo llega a utilizar entre el 20 y 30% del fertilizante aplicado; también es el insumo más contaminante de suelo, agua y atmósfera. Gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología, actualmente contamos con alternativas viables y deseables que permiten incrementar productividad y sostenibilidad, haciendo un uso más eficiente de los agroquímicos, lo que permite una importante disminución de su aplicación sin deterioro de la producción. El caso de los fertilizantes biológicos, ampliamente difundido a nivel mundial, es un ejemplo de este tipo de alternativas más económicas, productivas y sustentables.

Raíces con biofertilizantes (lado izquierdo) y sin biofertilizates (lado derecho).

Nuestra presidenta, ampliamente reconocida por su trayectoria científica y ambientalista, seguramente conoce que su alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha sido precursora de estas alternativas a nivel mundial, pues, en 1980 la UNAM formó el Centro de Investigación de Fijación de Nitrógeno (CIFN). La fijación de nitrógeno hace referencia al proceso mediante el cual, ciertos microorganismos que viven en asociación o simbiosis con las plantas, atrapan el nitrógeno atmosférico y lo transforman en una forma asimilable por las plantas (amonio), proporcionándoles de esta forma el principal nutriente. Además, estos microorganismos promueven la producción de fitohormonas que ayudan a un mayor desarrollo radicular, teniendo las plantas mayor área de abasto de nutrientes y de agua; por otro lado, permiten hacer disponibles nutrientes que se encuentran en el suelo pero que no están disponibles. Por último, estos fertilizantes biológicos ayudan a una mayor resistencia al embate de plagas y enfermedades.

Parcela sin biofertilizantes afectada por la sequía.

Parcela con biofertilizantes resiliente a la sequía.

Ojalá esta administración de gobierno llegue a establecer políticas públicas que promuevan las innovaciones productivas y sustentables disponibles hoy en día para la producción alimentaria.