Alarmante es la situación actual de los polos en el planeta, según los expertos, el Ártico podría quedar completamente libre de hielo dentro de 10 a 20 años, el derretimiento de las capas de hielo comienza a traer consecuencias ya irreversibles a los habitantes de las zonas polares así como a su fauna y flora local, lo que a su vez esta repercutiendo en una enorme liberación de Gases de Efecto invernadero (GEI ) que agravarán de forma exponencial los efectos del cambio climático en todo el mundo. Además de afectar de poco en poco el equilibrio natural del clima a nivel mundial.
Para evitar los impactos más catastróficos del cambio climático es necesario mantener el aumento de la temperatura global tan lejos de los 2ºC como sea posible.
Los polos actúan como un refrigerador natural del planeta y su pérdida incrementa por tanto los efectos del cambio climático, lo que implica a su vez el aumento de impactos, entre los que se encuentran la mayor proliferación e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. La cubierta de hielo marino desempeña un papel crucial en la regulación del clima global ya que el hielo marino de color blanco refleja la radiación solar, mientras que el color oscuro del mar abierto, absorbe la energía del sol. A medida que el hielo del Ártico se derrite, menos energía se refleja hacia el espacio y más calor es absorbido por el océano, lo que conduce a un mayor calentamiento y aumenta el derretimiento del hielo.
Por esto, es de vital importancia entre otras acciones declarar un santuario global en el alto Ártico, que proteja este delicado ecosistema.
¿Qué pasaría en todos los rincones del planeta a la vez?
Aunque el deshielo del Ártico es un proceso regional, su impacto es global. De hecho, se estima que la desaparición de la gran superficie reflectante del hielo ártico determinaría un efecto de calentamiento equivalente a dos décadas de emisiones globales de gases de efecto invernadero
Hasta hace un tiempo, una gruesa capa de hielo marino absorbía la energía de las olas más grandes, lo que les impedía chocar contra las playas y acantilados, pero a medida que el hielo marino se derrite, desaparece este sistema natural de control y deja vía libre para que el mar erosione las costas de la región e inunde pueblos costeros
El descenso de la capa de hielo favorece además que estas aguas absorban dióxido de carbono (CO2), lo que lleva a una progresiva acidificación del océano Ártico, un problema potencialmente desastroso para organismos marinos.
¿Pero en México que efectos traerá y ha traído el derretimiento de los polos?
México es un país con gran cantidad de biodiversidad con un tercio de su superficie situada geográficamente en una zona intertropical del hemisferio norte, lo que lo hace sumamente vulnerable a afectaciones por cambio climático.
En México, los efectos del cambio climático se han manifestado con una secuencia de desastres de origen hidrometeorológico con graves daños para la sociedad. Por un lado, se han presentado sequías como la de 1997, 1998 y 2008 que provocaron incendios forestales y pérdida de cosechas, que a su vez ocasionaron grandes pérdidas humanas y económicas en todo el país, sobre todo en el sureste mexicano.
En términos generales, se calcula que 15% del territorio, 68.2% de su población y 71% del Producto Interno Bruto (PIB) se encuentran altamente expuestos al riesgo de los impactos adversos directos del cambio climático. Asimismo, se estima que 56.7% de los municipios que conforman la nación se encuentran catalogados en alto riesgo de desastre por efectos del cambio climático. Los sistemas naturales, sociales, productivos y económicos de México son muy vulnerables ante los efectos previsibles del cambio climático. Actualmente México es uno de los países con los ecosistemas marinos más frágiles y vulnerables ante los impactos de los fenómenos naturales. Un ejemplo es la acidificación de los océanos.
La influencia del cambio climático en la biología y en la distribución de seres vivos podría favorecer la expansión de plagas como la procesionaria o de especies invasoras. De esa manera, se distorsionará la habilidad competitiva de las especies y se modificará la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas.
La sequía como uno de los principales peligros climáticos para México: Este impacto deriva de la alteración de los patrones del régimen pluvial , las cuales en años recientes han afectado de manera grave al país generando perdidas millonarias en la agricultura y dejando a gran parte de las poblaciones en zonas rurales en malas condiciones. La respuesta a este tipo de fenómenos ha traído y seguirá trayendo flujos migratorios en busca de mejores condiciones, lugares y recursos para sobrevivir.
El aumento de los niveles del mar: “El aumento en el nivel del mar como resultado del calentamiento global tendrá diferentes efectos ambientales sobre los sistemas costeros tales como tormentas, inundaciones, pérdida de humedales, erosión, intrusión de agua salada y aumento en los niveles freáticos. Dichos efectos, tendrán además impactos socioeconómicos directos e indirectos sobre el turismo, los asentamientos humanos, la agricultura, el suministro, la cantidad y calidad de agua dulce, las pesquerías, así como los servicios financieros y de salud, afectando a la población residente.”
Las alternativas para mitigar el cambio climático y el derretimiento de los polos existen y se han implementado en diversos países, sin embargo distamos mucho de poder sobrellevar la situación, de ahí que se hayan ya descartado datos oficiales del Panel Inetergubernamental de Cambio Climático debido al aumento no previsto del derretimiento de las capas de hielo en los polos y el aumento de la temperatura global.
Es necesario que tanto en el Ártico como en México, se tomen las medidas políticas de trascendencia generacional que permitan avanzar hacia un futuro focalizado en fuentes renovables de energía. Una de las principales alternativas es la diversificación de las fuentes de energía.
Los días en que el petróleo era barato y accesible están llegando a su fin. Mientras tanto, la seguridad energética de varias regiones está comenzando a ser vulnerable en términos globales. Si los tomadores de decisiones hacen conciencia de esto, las prospecciones petroleras en el mundo serán cada vez más innecesarias y las regiones prístinas como el Ártico y el Golfo de México, así como toda la biodiversidad que albergan dejarán de ser amenazadas.
Para consultar el artículo completo sobre el Ártico y los efectos del cambio climático en México acceda a: https://dona.greenpeace.org.mx/artico/toolkit/recursos_descargables/documento.pdf
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El consumo racional es un hábito cada vez más necesario en las ciudades en donde vivimos. El hecho de ir a algún supermercado o tienda y elegir algún producto sin pensar de dónde viene y que procesos tuvo que pasar para llegar a la estantería, es algo que debemos cuestionarnos para alcanzar un consumo responsable con base en productos que fomenten la sustentabilidad y causen el menor daño al medio ambiente.
Todo producto o artículo que consumimos implicó un trabajo que a su vez generó desechos, contaminantes y otros gastos para que pudiera ser producido, muchos de estos procesos para la elaboración de un producto traen consecuencias que, en gran parte de los casos, dañan el medio ambiente e implican un uso desmesurado de los limitados recursos naturales.
A la producción de algún objeto hay que sumarle los gastos por su transportación ya sea dentro de un país o peor aún de país a país cruzando océanos y continentes enteros, esto genera toneladas de gases de efecto invernadero que se acumulan en la atmósfera.
Aunado al consumo racional debe venir la apuesta por la autosustentabilidad en las ciudades, esto referido a la reconstrucción de espacios urbanos en espacios verdes, como jardines y huertos en los cuales pueda haber recreación personal y colectiva y en donde recomencemos a utilizar lo que está debajo del asfalto, la tierra. No solo eso, también utilizar los espacios en los edificios para la construcción de muros verdes y azoteas verdes.
Acciones como estas nos encaminan a un uso más racional de lo que tenemos disponible, nos ayudan a producir insumos que necesitamos y nos ayudan a salir de la rutina diaria. Debemos estar conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones y de nuestras acciones diarias, de no ser así seguiremos sufriendo las devastadoras consecuencias del calentamiento global, como lo han sido los diversos desastres naturales que hemos vivido en los años recientes. Mientras más acciones tomemos en nuestro entorno inmediato mayores serán los resultados que veremos a futuro.
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