El agua es un asunto prioritario en la agenda mundial. La falta de agua puede causar graves problemas que se traducen en pérdidas agrícolas, ganaderas e incluso humanas. Por otra parte, el exceso de la misma ocasiona inundaciones y desastres naturales que afectan entre otros aspectos, el patrimonio de las personas.
Sin embargo, estos son aspectos hidro-meteorológicos, en los cuales, las personas tienen muy poco margen de acción. Existen sin embargo, otros problemas concernientes al agua en los cuales el ser humano tiene una injerencia directa ya sea provocándolos o evitándolos. Uno de ellos es la contaminación del agua y en específico la contaminación derivada de ciertas prácticas agrícolas lo cual afecta directamente al suelo, al agua y a las plantas e indirectamente al ser humano quien es en última instancia dependiente de estos elementos.
Ejemplo de esto, es el uso excesivo de fertilizantes químicos para el aumento de la producción. De acuerdo al Diagnóstico del Agua en las Américas (Foro Consultivo, Científico y Tecnológico, 2012), en el caso de México, en 2008 se tiene el dato de que del total de las descargas contaminantes, el 14% corresponde al Nitrógeno. Si tomamos en cuenta que el 77% del agua en México se destina a la agricultura (dato aportado por el mismo reporte), es inevitable cuestionarnos cuanto de este nitrógeno se debe al uso indiscriminado de fertilizantes químicos nitrogenados.
Uno de los múltiples impactos del uso de este tipo de fertilizante, es la eutrificación o erofización, fenómeno mediante el cual se da un exceso en los nutrientes del agua, originando la paulatina muerte de la flora y la fauna ya se pierde el oxígeno, indispensable para la biodiversidad de los ecosistemas marinos. La aplicación de los fertilizantes químicos nitrogenados ocasiona la eurofización debido a que , como se puede observar en el cuadro 1, los agroquímicos sólo son aprovechados en un 40% por la planta; el resto se filtra por la tierra contaminando los mantos acuíferos.
Otro dato interesante que aporta el Diagnóstico, es que desde 1997 se ha detectado la presencia de contaminación del agua por el uso de arsénico en los acuíferos de Zimapán, en Hidalgo, Valle del Guadiana, en Durango, y 17 municipios de la región de los Altos de Jalisco.
El empleo del arsénico en la agricultura ha disminuido, sin embargo, en el pasado se utilizaban los compuestos inorgánicos del mismo como plaguicidas en cultivos de algodón, huertos y frutales. A ello se debe mucha de la contaminación actual de las aguas.
¿Cómo enfrentar este problema de manera que no se vea afectada la productividad? Los biofertilizantes de Biofabrica son una herramienta de tecnología de punta altamente efectiva, ya que no sólo no contaminan, sino que además mejoran el suelo y proveen a las plantas de nitrógeno atmosférico (el cual es natural y no contaminante), aunado a esto, fortalecen a la planta de tal forma que ésta es más resistente a organismos patógenos y por si fuera poco, la planta hace un uso más eficiente del agua debido a que los hongos y bacterias la ayudan a asimilar los nutrientes difícilmente solubles. Todo lo anterior permite el aumento de rendimientos, disminuye el riesgo de pérdidas en las cosechas y permiten la reducción del uso de los fertilizantes químicos nitrogenados así como un mayor aprovechamiento de los mismos.
Es momento de adoptar prácticas agrícolas responsables con el entorno, mismas que sólo tendrán éxito en la medida en la que permitan mantener una productividad eficiente. El agua es un recurso precioso y finito, es asunto de las ciudades, es asunto de las zonas agrícolas, es asunto de todos y por ello debemos participar activamente en su preservación.
Para consultar el Diagnóstico se puede hacer clic en el siguiente vínculo:
https://www.foroconsultivo.org.mx/libros_editados/agua_2012/mexico.pdf