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El pasado 6 de noviembre la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó nuevamente informes sobre la situación actual de los gases de efecto invernadero en el planeta. Una situación que es ya realmente alarmante. Si bien la OMM advirtió que los cambios en la atmósfera tendrán un alto impacto a futuro, solo basta ver los estragos en nuestro país causado por las tormentas tropicales y huracanes o los más recientes desastres en Filipinas causados por el tifón Haiyan, para darnos cuenta de lo grave de la situación.
Y es que todos los problemas ambientales que estamos atestiguando actualmente son en gran medida por la alta emisión de gases que están en la atmosfera y que, peor aún, han sido absorbidos por la biosfera y los océanos. La concentración de gases provoca un fenómeno llamado forzamiento radioactivo que en este caso genera el aumento de la temperatura por radiación solar y que ha aumentado en un 32% entre 1990 y 2012.
Dentro de los gases que se emiten está el caso ya muy conocido del bióxido de carbono que proviene principalmente de la quema de combustibles fósiles y que se ha venido incrementando, provocando el aumento de la concentración de gases en un 80%; por otra parte está el gas metano que proviene en un 60% de actividades como la ganadería, el cultivo de arroz, combustibles fósiles y la combustión de biomasa. Otro gas que es altamente alarmante es el óxido nitroso que según la OMM ha aumentado su concentración enormemente pues en 2012, su concentración fue un 120% superior al nivel de la era preindustrial.
Es sumamente preocupante que la falta de acuerdos entre gobiernos y la persistencia de empresas por el lucro a costa de los bienes naturales siga imperando en estos tiempos. Afortunadamente son cada vez más las personas que toman conciencia sobre lo grave de la situación y han comenzado a actuar, es importante recalcar que instituciones académicas y científicas han aportado remedios y soluciones a la situación mundial.
El caso de la agricultura es clave para entender en gran medida la emisión de gases de efecto invernadero, sobre todo de óxido nitroso y bióxido de carbono. Al respecto existe la alternativa al uso de fertilizantes químicos como los biofertilizantes, asimismo existen biofungicidas y bioplagicidas y todos pueden ser usados de manera industrial sin mayor problema.
Tomemos conciencia hoy y sigamos trabajando por construir un mejor futuro para nosotros y para los que no están aún aquí.
Si desea consultar la nota de BBC noticias acceda a: https://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/11/131106_ultnot_cambio_climatico_emisiones_am.shtml

Puede sorprender en primera instancia el hecho de que este 1 de octubre se haya recategorizado al “Parque Nacional” del Nevado de Toluca en el Estado de México como “Área de protección de flora y fauna” . ¿Pero que implica esto?
En primera instancia se plantea una reorganización del territorio que comprendía el Parque Nacional Nevado de Toluca, con la intención de aprovechar de manera sustentable los recursos que tiene para ofrecer, básicamente se dará paso a la intervención de las comunidades y centros de investigación para que puedan realizar tanto actividades de agricultura y ganadería así como turismo e investigación.
El Nevado fue declarado como Parque Nacional por el presidente Lázaro Cárdenas y decretado como tal en el Diario Oficial de la Federación el día 25 de enero de 1936, se buscaba hacer de dicha zona un lugar no solo para la conservación de especies de fauna y flora sino hacer participes a las comunidades de la explotación racional de los recursos forestales aun no estando contempladas dentro del perímetro oficial del Parque.
En la nueva propuesta del presidente Enrique Peña, se harán participes a las comunidades colindantes de la zona para que puedan aprovechar los recursos de manera sustentable, una vez que se prioricen las zonas para explotación racional de recursos. Las comunidades podrán desarrollar actividades de turismo ecológico, educación ambiental e investigación, todo esto sin dañar o alterar la fauna y flora del lugar. Se destaca el hecho de que no se podrán establecer inmuebles que urbanicen la zona, ni se podrán realizar actividades extractivas que contaminen o alteren el equilibrio del lugar.
¿Qué es lo preocupante? Dentro del artículo décimo fracción 5 y el artículo décimo segundo se hace referencia a la forma de explotación de flora y fauna. Lo preocupante es que de incurrir en corrupción y si hay intereses de empresas o compañías transnacionales (o nacionales) de por medio, se vaya por encima de la ley, lo que daría como resultado el inicio de la explotación irracional de la zona. Debemos recordar que casos como estos han sido ya muchos en diversas zonas del país, las autoridades deben de estar conscientes de los daños que acarrearían acciones de extracción a niveles industriales, daños que serían irreversibles.
«Art. 10 fracc. 5. El aprovechamiento extractivo de vida silvestre requiere para su autorización la opinión previa de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, excepto cuando dicho aprovechamiento se realice con fines de subsistencia” .
“Art. 12. Cualquier obra o actividad pública o privada que se pretenda realizar dentro del área de protección de flora y fauna «Nevado de Toluca», deberá sujetarse a los lineamientos y modalidades establecidos en este Decreto, el programa de manejo del área y a las demás disposiciones jurídicas aplicables. Asimismo, quienes pretendan realizar dichas obras o actividades deberán contar, en su caso y previamente a su ejecución, con la autorización de impacto ambiental correspondiente…”.
Debemos recordar que un manejo sustentable de cualquier zona natural es esencial para nuestra sobrevivencia.
El manejo racional orgánico y biológico de la agricultura será clave para un verdadero desarrollo sustentable, elementos como los biofertilizantes deberán empezar a ser difundidos para poder aprovechar de manera amigable y no contaminante lo que la tierra nos provee.
Para consultar la publicación en el Diario Oficial de la Federación acceda a:
https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5315889&fecha=01/10/2013

El 27 de mayo pasado el presidente Enrique Peña instaló el Consejo Nacional de Protección Civil, bajo seis medidas fundamentales:
1.- Crear y operar el Sistema Nacional de Alertas, con información en tiempo real, para aumentar la seguridad de los mexicanos en situación de peligro.
2.- Iniciar la operación de la estrategia México Seguro ante Desastres, con el fin de contar con infraestructura y mayor capacidad de resistencia ante un fenómeno natural.
3.- Iniciar una campaña de difusión de la cultura y la protección civil, con especial énfasis en los habitantes de las zonas más vulnerables.
4.- Actualizar el Atlas Nacional de Riesgos, para convertirlo en un instrumento útil en la planeación del desarrollo y el ordenamiento territorial.
5.- Establecer un Programa Nacional de Respuesta a Siniestros, Desastres y Emergencias.
6.- Crear cinco regiones con representación nacional de protección civil.
Programa que la realidad y la incompetencia hicieron pedazos con la entrada de los huracanes Manuel e Ingrid. Los cuales dejaron hasta ahora un total de 110 muertos, un millón de damnificados y perdidas económicas crecientes, como es el caso de Sinaloa en donde más de 150 mil hectáreas de cultivos se han perdido.
Los desastres naturales son cada vez más recurrentes, hay regiones donde las lluvias dejan periódicamente su huella de muerte y destrucción. Especialmente las que tienen altos índices de pobreza.

Por cada peso que se invierte en acciones preventivas, se ahorran SIETE pesos en obras y tareas de reconstrucción. Pero en México la inversión en prevención de desastres es 30 veces menor de lo que se gasta en atender las emergencias.
En el año 2000 las repercusiones económicas fueron de cerca de 2 mil millones de pesos cifra que aumentó un 700% llegando a los 14 mil millones de pesos en el 2009.
Se sigue culpando a la naturaleza de los desastres cuando en gran parte se debe a errores humanos:
• La falta de planeación y medidas adecuadas para proteger a la gente, la obra pública y las actividades económicas.
• La deforestación, como en Veracruz que ha acabado con el 60% de sus selvas y bosques.
• El atasco de cuencas hidrográficas.
Es importante recalcar que los árboles son de vital importancia sobre todo en época de lluvias pues amortiguan el paso de la lluvia, ayudando a absorber el agua que la tierra retiene y previniendo inundaciones.
Pero lamentablemente de cada 10 Árboles que se siembran solo 2 se mantienen con vida y cumplen el propósito de reforestación.
Sin duda datos como estos nos ponen a pensar en lo esencial de la reforestación y la manutención de nuestras selvas y nuestros bosques. No solo debemos plantar árboles sino cuidarlos y procurar por ellos de manera sustentable. Para este fin se puede contar con productos amigables para el ambiente como lo son los biofertilizantes que además ayudan a la regeneración de suelos y promueven un mejor desarrollo de plantas y árboles.
Para consultar el artículo original acceda a:
https://www.jornada.unam.mx/2013/09/23/opinion/023a1pol

Alarmante es la situación actual de los polos en el planeta, según los expertos, el Ártico podría quedar completamente libre de hielo dentro de 10 a 20 años, el derretimiento de las capas de hielo comienza a traer consecuencias ya irreversibles a los habitantes de las zonas polares así como a su fauna y flora local, lo que a su vez esta repercutiendo en una enorme liberación de Gases de Efecto invernadero (GEI ) que agravarán de forma exponencial los efectos del cambio climático en todo el mundo. Además de afectar de poco en poco el equilibrio natural del clima a nivel mundial.
Para evitar los impactos más catastróficos del cambio climático es necesario mantener el aumento de la temperatura global tan lejos de los 2ºC como sea posible.
Los polos actúan como un refrigerador natural del planeta y su pérdida incrementa por tanto los efectos del cambio climático, lo que implica a su vez el aumento de impactos, entre los que se encuentran la mayor proliferación e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. La cubierta de hielo marino desempeña un papel crucial en la regulación del clima global ya que el hielo marino de color blanco refleja la radiación solar, mientras que el color oscuro del mar abierto, absorbe la energía del sol. A medida que el hielo del Ártico se derrite, menos energía se refleja hacia el espacio y más calor es absorbido por el océano, lo que conduce a un mayor calentamiento y aumenta el derretimiento del hielo.
Por esto, es de vital importancia entre otras acciones declarar un santuario global en el alto Ártico, que proteja este delicado ecosistema.
¿Qué pasaría en todos los rincones del planeta a la vez?
Aunque el deshielo del Ártico es un proceso regional, su impacto es global. De hecho, se estima que la desaparición de la gran superficie reflectante del hielo ártico determinaría un efecto de calentamiento equivalente a dos décadas de emisiones globales de gases de efecto invernadero
Hasta hace un tiempo, una gruesa capa de hielo marino absorbía la energía de las olas más grandes, lo que les impedía chocar contra las playas y acantilados, pero a medida que el hielo marino se derrite, desaparece este sistema natural de control y deja vía libre para que el mar erosione las costas de la región e inunde pueblos costeros
El descenso de la capa de hielo favorece además que estas aguas absorban dióxido de carbono (CO2), lo que lleva a una progresiva acidificación del océano Ártico, un problema potencialmente desastroso para organismos marinos.

¿Pero en México que efectos traerá y ha traído el derretimiento de los polos?
México es un país con gran cantidad de biodiversidad con un tercio de su superficie situada geográficamente en una zona intertropical del hemisferio norte, lo que lo hace sumamente vulnerable a afectaciones por cambio climático.
En México, los efectos del cambio climático se han manifestado con una secuencia de desastres de origen hidrometeorológico con graves daños para la sociedad. Por un lado, se han presentado sequías como la de 1997, 1998 y 2008 que provocaron incendios forestales y pérdida de cosechas, que a su vez ocasionaron grandes pérdidas humanas y económicas en todo el país, sobre todo en el sureste mexicano.
En términos generales, se calcula que 15% del territorio, 68.2% de su población y 71% del Producto Interno Bruto (PIB) se encuentran altamente expuestos al riesgo de los impactos adversos directos del cambio climático. Asimismo, se estima que 56.7% de los municipios que conforman la nación se encuentran catalogados en alto riesgo de desastre por efectos del cambio climático. Los sistemas naturales, sociales, productivos y económicos de México son muy vulnerables ante los efectos previsibles del cambio climático. Actualmente México es uno de los países con los ecosistemas marinos más frágiles y vulnerables ante los impactos de los fenómenos naturales. Un ejemplo es la acidificación de los océanos.
La influencia del cambio climático en la biología y en la distribución de seres vivos podría favorecer la expansión de plagas como la procesionaria o de especies invasoras. De esa manera, se distorsionará la habilidad competitiva de las especies y se modificará la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas.
La sequía como uno de los principales peligros climáticos para México: Este impacto deriva de la alteración de los patrones del régimen pluvial , las cuales en años recientes han afectado de manera grave al país generando perdidas millonarias en la agricultura y dejando a gran parte de las poblaciones en zonas rurales en malas condiciones. La respuesta a este tipo de fenómenos ha traído y seguirá trayendo flujos migratorios en busca de mejores condiciones, lugares y recursos para sobrevivir.
El aumento de los niveles del mar: “El aumento en el nivel del mar como resultado del calentamiento global tendrá diferentes efectos ambientales sobre los sistemas costeros tales como tormentas, inundaciones, pérdida de humedales, erosión, intrusión de agua salada y aumento en los niveles freáticos. Dichos efectos, tendrán además impactos socioeconómicos directos e indirectos sobre el turismo, los asentamientos humanos, la agricultura, el suministro, la cantidad y calidad de agua dulce, las pesquerías, así como los servicios financieros y de salud, afectando a la población residente.”
Las alternativas para mitigar el cambio climático y el derretimiento de los polos existen y se han implementado en diversos países, sin embargo distamos mucho de poder sobrellevar la situación, de ahí que se hayan ya descartado datos oficiales del Panel Inetergubernamental de Cambio Climático debido al aumento no previsto del derretimiento de las capas de hielo en los polos y el aumento de la temperatura global.
Es necesario que tanto en el Ártico como en México, se tomen las medidas políticas de trascendencia generacional que permitan avanzar hacia un futuro focalizado en fuentes renovables de energía. Una de las principales alternativas es la diversificación de las fuentes de energía.
Los días en que el petróleo era barato y accesible están llegando a su fin. Mientras tanto, la seguridad energética de varias regiones está comenzando a ser vulnerable en términos globales. Si los tomadores de decisiones hacen conciencia de esto, las prospecciones petroleras en el mundo serán cada vez más innecesarias y las regiones prístinas como el Ártico y el Golfo de México, así como toda la biodiversidad que albergan dejarán de ser amenazadas.
Para consultar el artículo completo sobre el Ártico y los efectos del cambio climático en México acceda a: https://dona.greenpeace.org.mx/artico/toolkit/recursos_descargables/documento.pdf

No es algo nuevo escuchar sobre estrategias a nivel de gobierno federal, municipal o estatal para combatir los problemas ambientales en el país. En este sexenio existen estrategias para mitigar los estragos al medio ambiente y a la naturaleza. Sin embargo de acuerdo a un documento redactado por la organización Greenpeace, se concluye que no existen propuestas reales por parte del gobierno actual para tratar los diversos problemas ambientales del país.
A pesar de existir iniciativas que se engloban en el Pacto por México como la Estrategia Nacional de Cambio Climático y el Plan Nacional Forestal, se da prioridad al beneficio económico, político e industrial en perjuicio de la biodiversidad. Basta echar un vistazo a las cifras manejadas por el mismo gobierno en donde se demuestra que estas iniciativas son insuficientes a todos los padecimientos que tiene el país como las del costo económico del agotamiento y degradación ambiental “que en 2011 representó 6.9 % del PIB; que las sequías, inundaciones y ciclones entre 2000 y 2010 ocasionaron alrededor de 5 mil muertes, 13 millones de afectados y pérdidas económicas por 250 mil millones de pesos…”
Los problemas son realmente graves “el origen de los problemas del agua en México está en el manejo del recurso, al priorizar su valor económico sobre su valor vital. Se da preferencia a las mega obras sobre la planeación sustentable de las cuencas” destaca Sinai Guevara de Greenpeace México. La realidad que nos aqueja se observa también en todos los problemas sociales derivados de la sobreexplotación de recursos naturales sea agua, bosques o minerales, dejando a poblaciones enteras afectadas y con la única alternativa de luchar por sus derechos.
Para Mireya Imaz coordinadora del Programa Universitario de Medio Ambiente, U.N.A.M. “hay muchas expectativas de las acciones que tomará el gobierno de Peña Nieto, sobre todo porque los últimos dos sexenios panistas fueron “bastante erráticos” en políticas ambientales.”
En México existen iniciativas para cambiar la situación actual en cuestión medio ambiental, tanto a nivel académico como empresarial; son estas instituciones nacionales quienes, en gran parte de los casos, así como la misma sociedad, deben y de hecho responden a las ineficiencias e ineficacia de los gobiernos. Nuestra empresa Biofabrica Siglo XXI, se pone dentro de este esquema que apunta hacía un manejo sustentable del campo y de los recursos naturales, procurando por no contaminar el medio ambiente y aportar un insumo económico a los productores y campesinos del país.

Para consultar el artículo de La Jornada: https://www.jornada.unam.mx/2013/06/23/opinion/015n1pol

El consumo racional es un hábito cada vez más necesario en las ciudades en donde vivimos. El hecho de ir a algún supermercado o tienda y elegir algún producto sin pensar de dónde viene y que procesos tuvo que pasar para llegar a la estantería, es algo que debemos cuestionarnos para alcanzar un consumo responsable con base en productos que fomenten la sustentabilidad y causen el menor daño al medio ambiente.
Todo producto o artículo que consumimos implicó un trabajo que a su vez generó desechos, contaminantes y otros gastos para que pudiera ser producido, muchos de estos procesos para la elaboración de un producto traen consecuencias que, en gran parte de los casos, dañan el medio ambiente e implican un uso desmesurado de los limitados recursos naturales.
A la producción de algún objeto hay que sumarle los gastos por su transportación ya sea dentro de un país o peor aún de país a país cruzando océanos y continentes enteros, esto genera toneladas de gases de efecto invernadero que se acumulan en la atmósfera.
Aunado al consumo racional debe venir la apuesta por la autosustentabilidad en las ciudades, esto referido a la reconstrucción de espacios urbanos en espacios verdes, como jardines y huertos en los cuales pueda haber recreación personal y colectiva y en donde recomencemos a utilizar lo que está debajo del asfalto, la tierra. No solo eso, también utilizar los espacios en los edificios para la construcción de muros verdes y azoteas verdes.

Acciones como estas nos encaminan a un uso más racional de lo que tenemos disponible, nos ayudan a producir insumos que necesitamos y nos ayudan a salir de la rutina diaria. Debemos estar conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones y de nuestras acciones diarias, de no ser así seguiremos sufriendo las devastadoras consecuencias del calentamiento global, como lo han sido los diversos desastres naturales que hemos vivido en los años recientes. Mientras más acciones tomemos en nuestro entorno inmediato mayores serán los resultados que veremos a futuro.

Actualmente la desertificación y las sequias en territorio nacional son problemas que preocupan a gran parte de ganaderos y productores agrícolas en el país, pues aproximadamente el 40% del territorio ya registra sequías de moderadas a excepcionales.
Organizaciones campesinas aclaran que más allá de la inversión en infraestructura y créditos se requieren de acciones contundentes que ayuden a las personas a mejorar las condiciones tanto de producción agrícola como de manutención y cría de ganado. Este tipo de acciones pueden verse expresadas en la implementación de tecnología en el campo mexicano, con nuevos tipos de semillas resistentes a condiciones climáticas extremas, la reconversión de cultivos en zonas de temporal, el uso racional del agua con nuevos sistemas de riego y sobretodo la capacitación en el uso de estas nuevas tecnologías a productores del campo.
La implementación de nuevas tecnologías en el campo debe de promover una agricultura sustentable donde haya un manejo eficiente de los recursos naturales y no representen un gran gasto a los productores, como lo son los sistemas de riego en donde llegan a pagar hasta 30 mil pesos mensuales de energía eléctrica, y no dañen la tierra. El uso de los biofertilizantes ayuda a: regenerar la tierra, ahorro de agua en riego, disminuir los costos de producción, obtener mejores cosechas invirtiendo menos y procurando al medio ambiente.
Si desea consultar el artículo de La Jornada a propósito de las sequías en el país de click al siguiente enlace:
https://www.jornada.unam.mx/2013/04/01/sociedad/035n1soc

Por lo regular al hablar de gases de efecto invernadero se suele hacer referencia a un gas en particular, el bióxido de carbono. Sin embargo existen gases que por su reducido número y/o por falta de mediciones adecuadas no han sido tomados en cuenta dentro de aquellos que contribuyen al calentamiento global.
Este es el caso del metano y más aún, el óxido nitroso un gas de efecto invernadero con una capacidad de retención de calor a largo plazo 300 veces mayor que el bióxido de carbono. La principal actividad humana que genera emisiones de este gas a la atmosfera es la agricultura, pues la aplicación de fertilizantes químicos nitrogenados libera, entre otras cosas este gas, el cual se acumula en la atmosfera, mantos freáticos y en la tierra.
La agricultura intensiva ha causado la esterilidad de los suelos, donde el nitrógeno natural del suelo ya no está disponible para las plantas. Por lo que para asegurar la productividad de los cultivos se agregan grandes cantidades de fertilizantes químicos los cuales estimulan microbios en el suelo que convierten el nitrógeno en el dañino óxido nitroso.

Con el aumento de la conversión del uso de suelo para fines agrícolas por una creciente demanda alimentaria y la producción de nuevas tecnologías como los biocombustibles se necesitan alternativas para poder contrarrestar las emisiones de gases como el óxido nitroso. Dentro de las alternativas que existen y han sido probadas en diversos países se encuentran, compostas orgánicas, minerales para retención de humedad, como la zeolita y los biofertilizantes. Estos últimos elaborados a base de microorganismos benéficos ayudan a los cultivos a absorber de manera natural el nitrógeno atmosférico, reduciendo así las cantidades de fertilizantes químicos nitrogenados usados en la producción agrícola.
Implementando nuevas tecnologías amigables con el ambiente en lugar de fertilizantes químicos se reduce la emisión de óxido nitroso a la atmósfera, ayudando además a la regeneración de suelos.
Si deseas consultar más datos sobre el óxido nitroso y gases de efecto invernadero da click en el siguiente enlace:
https://verdebandera.com.mx/oxido-nitroso-y-metano-los-gases-olvidados-en-el-debate-sobre-bosques-y-cambio-climatico/

El jueves 28 de junio de 2012, el diario El Economista, publicó el suplemento titulado El Agro Inteligente donde se detallan varios aspectos relevantes del agro mexicano y del mundo. Uno de los artículos de mayor interés en esta publicación, fue el relativo a la caña: “Biotecnología y caña se unen”. En este artículo, se abordan los casos de México y Brasil, donde la biotecnología y la producción de caña se unen para aumentar los rendimientos y disminuir costos. Esto es posible gracias a la apuesta en investigación que se está haciendo en ambos países y la cual ya está dando valiosos resultados.

En Brasil por ejemplo, de acuerdo al artículo, se prevé un incremento en la producción de caña de tal modo que para el 2020, el país sudamericano estaría duplicando su producción anual “es decir, alcanzaría una cifra superior al 66% de la producción global actual”.[1]

¿De dónde vienen estas impresionantes expectativas? Estos incrementos en la productividad se deben principalmente a la “adopción de mejores prácticas productivas en los agricultores y al uso de biotecnología agrícola”[2] . El uso de biotecnología agrícola es muy importante ya que permite que la planta esté mejor protegida de enfermedades y plagas, lo cual se traduce en mayores rendimientos y menos riesgo de pérdidas.

En el caso de México, se están llevando a cabo investigaciones en el ramo cañero para determinar las variedades híbridas que permitan altos rendimientos (70 toneladas mediante el uso de material genético de alto rendimiento). Este proyecto de investigación se lleva a cabo en el marco de una transformación científica en el ramo cañero, en la que convergen proyectos de investigación como la “creación de la Estación Cuarentenaria de la Caña de Azúcar, la modernización de los campos experimentales en La Gloria, pertenecientes al Colegio de Postgraduados, y la modernización de la Estación de Hibridación del Centro de Investigación y Desarrollo de la Caña de Azúcar”[3] .

Esto demuestra que la articulación entre ciencia, tecnología y producción es un camino que dista de ser recorrido por completo y que hace falta mucho por hacer, sobre todo respecto al acercamiento tecnología-sociedad, ya que, lo más importante es que los productores conozcan los avances y los implementen.
En el artículo se menciona la biotecnología en el área de modificación genética. Existen otras áreas biotecnológicas que han demostrado ser altamente efectivas, tal es el caso de  nuestros biofertilizantes: Azofer® y Micorrizafer®, con los cuales se han obtenido rendimientos en caña de azúcar de hasta 192.8 toneladas por hectárea, lo que representa un incremento del 17.8% con respecto al testigo.

Validación en caña del uso de nuestros biofertilizantes: INIFAP, Morelos.


Los invitamos a leer el artículo completo en el siguiente vínculo:
https://eleconomista.com.mx/publicaciones-pdf/agrointeligente/agrointeligente-280612
 


[1] Alberto, Romero. “Biotecnología y caña se unen” en AgroInteligente, El Economista, 28 de junio de 2012. Año III, Número 24, México, D.F.
[2] Ídem.
[3] Ídem p. 11.