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Durante los últimos 4 años, los especialistas de la empresa Biofabrica Siglo XXI S.A. de C.V. han estado realizando pruebas de Biofertilizantes en diferentes cultivos en el estado de Veracruz, como caña de azúcar, calabacita, tomate de cáscara, maíz, café y cítricos, obteniendo excelentes resultados, como es el caso de los cítricos, cultivo en el que se ha trabajado desde hace año y medio, en la región de Martínez de la Torre, respaldados con el proyecto de “Promoción y Transferencia de Tecnología para el uso de Biofertilizantes” ejecutado por la UNAM y COFUPRO, patrocinado por SAGARPA, así como por la FUNDACIÓN PRODUCE del estado.
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Después de que terminara la Segunda guerra mundial (finales de 1945) se buscó una manera de producir alimentos en suficiente cantidad para la población mundial. En 1940, surge en Estados Unidos un modelo de producción, llamado Revolución Verde. Era un modelo de agricultura intensiva que tenía la finalidad de aumentar rendimientos de los cultivos, en el que se siembran monocultivos y se usan insumos agrícolas como los fertilizantes químicos, plaguicidas y herbicidas. Ahora se sabe que los agroquímicos tienen efectos nocivos tanto para la salud de las personas como para el ambiente.
Es verdad que los fertilizantes químicos y en general, los insumos agrícolas, aumentan la productividad agrícola en los primeros años que se usan, sin embargo, se sabe que la productividad no se sostiene por mucho tiempo.
El uso de fertilizantes nitrogenados en el mundo aumenta año tras año y su precio también se incrementa, esto debido a que el petróleo es fundamental para su elaboración, tanto como materia prima como la energía derivada de este. Hace 30 años México producía los fertilizantes químicos que usaba, sin embargo ahora se importan más de la mitad. Considerando que las reservas de petróleo se están agotando y que su precio se elevará cada año, y que la demanda de los fertilizantes aumenta cada año, se espera que también el precio de los fertilizantes aumente en un mediano y largo plazo.
El nitrógeno en el suelo tiene un índice de asimilación muy bajo por los cultivos. Del total de nitrógeno que se incorpora al suelo, dependiendo del manejo y del tipo de fertilizante aplicado, más del 50% (hasta el 80%) es perdido del suelo por la lixiviación (lavado por el agua hacia el subsuelo). Se lavan el nitrato orgánico o formas de nitrógeno orgánico que se pueden disolver en agua. El nitrógeno se pierde también por la volatilización de los gases que se producen en el suelo, amonio, óxido nítrico y óxido nitroso.

Parte del nitrógeno no utilizado termina en ríos, lagos y mares causando la eutrofización de los mantos de agua, lo que significa que aumentan las concentraciones de nutrientes. La eutrofización provoca que algunos tipos de organismos crezcan de más, como algunas algasa que crecen tanto que no dejan pasar la luz a través del agua, lo que limita la producción en estuarios (sitio donde se une un río con el mar) y costas, el resultado es que hay poca o nula producción pesquera. En sistemas terrestres, los pastos invadirán la tierra pues no hay limitante de nutrientes como el nitrógeno.
El consumo de agua con cantidades altas de nitratos tiene efectos en la salud de las personas. Los niños menores de 6 meses de edad desarrollan una enfermedad (metahemoglobinemia) que ocasiona que no puedan respirar y se vean de color azul. Algunos datos científicos han asociado el consumo de nitratos al desarrollo de algunos tipos de cáncer en humanos.
Los productos transformados de los fertilizantes nitrogenados que se liberan como gases, tienen efectos negativos en el ambiente. En el caso del óxido nítrico los efectos son locales, provocando por ejemplo, lluvias ácidas. Los efectos del óxido nitroso son globales, pues este es un gas de invernadero que causa un aumento de la temperatura global en el planeta y contribuye al cambio climático. Este gas también es responsable de romper el ozono que nos protege de los rayos ultravioleta.

Los fosfatos de los fertilizantes químicos también son responsables de la contaminación ambiental y se han asociado a la proliferación de unas bacterias muy antiguas en el planeta tierra, las cianobacterias, que pueden producir toxinas de alto riesgo para la salud. El consumo de estas toxinas en el agua se ha asociado a enfermedades nerviosas de gravedad semejantes al Alzheimer.
Dentro de los recursos con los que se cuenta actualmente para disminuir el uso de los fertilizantes químicos se encuentran compostas y biofertilizantes fijadores de nitrógeno como el Azospirillum brasilense y el Rhizobium étli así como hongos Micorrizicos o Micorrizas que ayudan a la solubilización de nutrientes como fósforo y potasio, asímismo existen productos orgánicos para el tratamiento de plagas de insectos y enfermedades al igual que prácticas de agricultura orgánica.
Extraído del Manual Teórico – práctico: Los Biofertilizantes y su uso en la Agricultura. SAGARPA – COFUPRO – UNAM. México, D.F. 2013.

Se define a la agricultura orgánica como una visión sistémica de la producción agrícola que usa como guía los procesos naturales para incrementar la producción. Esto quiere decir que la agricultura orgánica es una forma por la cual el hombre puede practicar la agricultura acercándose en lo posible a los procesos que ocurren espontáneamente en la naturaleza. Este acercamiento presupone el uso adecuado de los recursos naturales.
Podemos ver a la agricultura orgánica como una propuesta alternativa a la agricultura convencional o agroquímica.
En la agricultura convencional el cultivo se alimenta mediante fertilizantes químicos y compuestos hormonales sintéticos que aplicados al follaje o al suelo van a ser absorbidos inmediatamente. Estas medidas solamente substituyen los nutrientes sacados por las cosechas y no mejoran las condiciones del suelo a largo plazo. Los insectos plagas, las enfermedades y hierbas se controlan utilizando plaguicidas sintéticos (insecticidas, fungicidas, herbicidas, etc.).

En la agricultura orgánica se propone, tanto para el mantenimiento de la vida del suelo, como para el manejo de plagas y enfermedades, la conservación del principio de la biodiversidad a través de la implementación de agro sistemas altamente diversificados. En la práctica esto significa el uso de plantas compañeras y/o repelentes, la asociación y rotación de cultivos, el uso y el fortalecimiento de insectos benéficos, entomopatógenos, hongos antagonistas, fertilizantes biológicos, insecticidas y fungicidas de origen botánico, permitiendo la utilización de algunos elementos químicos como azufre, cobre y cal, de manera que contribuyan a conservar el equilibrio ecológico, manteniendo la actividad biológica en el suelo, fortaleciendo los tejidos de las plantas para que soporten los ataques de insectos y de los patógenos, regulando las poblaciones de insectos plagas para que se mantengan en niveles que no hagan daño a los cultivos. Las malezas se controlan con una preparación adecuada de suelos, siembras oportunas y labores culturales.
Como todos los sistemas ecológicos permanentes y sostenibles, también las fincas productivas deberían mostrar un cierto parecido con un sistema cerrado (utilizando insumos agrícolas propios), pero dentro de este sistema aprovechando el máximo de variabilidad.

Sabemos que el proceso por el que ha pasado la agricultura en las últimas décadas no es completamente reversible. La agricultura convencional nos ha dejado suelos cansados, una multitud de diferentes plagas y enfermedades y agricultores que no tienen ni los recursos ni la paciencia para esperar el tiempo hasta que se reestablezca el equilibrio ecológico, después de muchas medidas dentro del concepto de una agricultura orgánica, que por lo general no muestran efecto inmediatamente. Por lo tanto, no se puede esperar algo perfecto e ideal, pero se pueden lograr cambios poco a poco, ejecutando las medidas para la conservación del suelo y la protección vegetal.
Elementos clave como las compostas, biofertilizantes fijadores de nitrógeno ambiental como el Azospirillum y el Rhizobium y solubilizadores de nutrientes como las Micorrizas se encuentran disponibles y al alcance de los productores hoy en día. La labor por cambiar las concepciones de la producción es ardua sin duda. Durante décadas la premisa principal fue de una agricultura de la inmediatez, una agricultura que no concibió el equilibrio ecológico como primordial para la sustentabilidad del futuro.
Es importante retomar estas prácticas, la inmediatez debe servir ahora para retomar la paciencia, retomar la producción que no ponga en juego nuestra vida ni la de nuestros semejantes, cambiar nuestros hábitos de vida y buscar en las enseñanzas viejas, respuestas actuales.

Al movimiento y transformación de los elementos químicos (nitrógeno, fósforo, carbono, calcio, sodio, azufre, entre otros) entre los seres vivos y el ambiente (suelo, aire, agua) se le denomina “Ciclo Biogeoquímico”.
El suelo es parte de estos ciclos y no es solamente un lugar para crecer los cultivos. En él se realizan procesos biológicos muy complejos como la conversión de nutrientes además que aloja a seres microscópicos como bacterias y hongos, además de otros organismos como lombrices, escarabajos y gusanos. Todos participan activamente en los ciclos que permiten el movimiento de elementos y nutrientes.

Los elementos del ambiente son incorporados por los organismos durante su vida y al terminar su ciclo son depositados al ambiente nuevamente, al suelo o al agua. Los elementos se volverán a incorporar a otros organismos, cumpliendo así su ciclo. Existen diferentes elementos que pasan del ambiente a los seres vivos como el carbono, el nitrógeno, el fósforo y el azufre.
En general, el movimiento de los nutrientes en los seres vivos va desde los microorganismos a las plantas, de los microorganismos a los animales y de las plantas a los animales. Los organismos toman los elementos del aire: las bacterias fijadoras de nitrógeno (Azospirillum brasilense, Rhizobium étli) y las plantas toman carbono. Otros organismos toman nutrientes del suelo: los hongos micorrízicos (Micorriza) toman fósforo, y las plantas toman agua y minerales.
El aire que respiramos es aproximadamente 78% nitrógeno, 21% oxígeno y el resto es vapor de agua, ozono y otros gases como argón, partículas sólidas como el polvo o el polen de las plantas. El ciclo del nitrógeno es un ejemplo en donde las bacterias juegan un papel fundamental, pues son capaces de tomar el nitrógeno del aire mediante un proceso denominado #Fijación biológica de nitrógeno”.
Es muy importante decir que cuando hay concentraciones de nitrógeno altas en el suelo, como cuando se fertiliza en exceso, la fijación de nitrógeno disminuye o se inhibe.

En el suelo, el nitrógeno es transformado por varios procesos como la amonificación, que es la liberación de nitrógeno en forma de amonio a partir de sustancias orgánicas; y la nitrificación, que es la conversión de amonio en nitratos. El nitrógeno es fundamental para todos los seres vivos, pues sin él no se podrían formar las proteínas. Sin proteínas, ni las plantas ni las personas podrían crecer.
Existen diversas formas en la cual podemos evitar y procurar los ciclos de los elementos en la naturaleza, en cuanto a la agricultura, el uso de compostas orgánicas o el uso de bacterias y hongos para el fomento del crecimiento de los cultivos, también conocidos como organismos biofertilizantes ayuda a que los ciclos no se vean afectados a diferencia del uso de fertilizantes químicos que alteran gradualmente los ciclos naturales además de contaminar y matar distintos tipos de flora y fauna local.
Extraído del Manual Teórico – práctico: Los Biofertilizantes y su uso en la Agricultura. SAGARPA – COFUPRO – UNAM. México, D.F. 2013.

El pasado 6 de noviembre la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó nuevamente informes sobre la situación actual de los gases de efecto invernadero en el planeta. Una situación que es ya realmente alarmante. Si bien la OMM advirtió que los cambios en la atmósfera tendrán un alto impacto a futuro, solo basta ver los estragos en nuestro país causado por las tormentas tropicales y huracanes o los más recientes desastres en Filipinas causados por el tifón Haiyan, para darnos cuenta de lo grave de la situación.
Y es que todos los problemas ambientales que estamos atestiguando actualmente son en gran medida por la alta emisión de gases que están en la atmosfera y que, peor aún, han sido absorbidos por la biosfera y los océanos. La concentración de gases provoca un fenómeno llamado forzamiento radioactivo que en este caso genera el aumento de la temperatura por radiación solar y que ha aumentado en un 32% entre 1990 y 2012.
Dentro de los gases que se emiten está el caso ya muy conocido del bióxido de carbono que proviene principalmente de la quema de combustibles fósiles y que se ha venido incrementando, provocando el aumento de la concentración de gases en un 80%; por otra parte está el gas metano que proviene en un 60% de actividades como la ganadería, el cultivo de arroz, combustibles fósiles y la combustión de biomasa. Otro gas que es altamente alarmante es el óxido nitroso que según la OMM ha aumentado su concentración enormemente pues en 2012, su concentración fue un 120% superior al nivel de la era preindustrial.
Es sumamente preocupante que la falta de acuerdos entre gobiernos y la persistencia de empresas por el lucro a costa de los bienes naturales siga imperando en estos tiempos. Afortunadamente son cada vez más las personas que toman conciencia sobre lo grave de la situación y han comenzado a actuar, es importante recalcar que instituciones académicas y científicas han aportado remedios y soluciones a la situación mundial.
El caso de la agricultura es clave para entender en gran medida la emisión de gases de efecto invernadero, sobre todo de óxido nitroso y bióxido de carbono. Al respecto existe la alternativa al uso de fertilizantes químicos como los biofertilizantes, asimismo existen biofungicidas y bioplagicidas y todos pueden ser usados de manera industrial sin mayor problema.
Tomemos conciencia hoy y sigamos trabajando por construir un mejor futuro para nosotros y para los que no están aún aquí.
Si desea consultar la nota de BBC noticias acceda a: https://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/11/131106_ultnot_cambio_climatico_emisiones_am.shtml

El 27 de mayo pasado el presidente Enrique Peña instaló el Consejo Nacional de Protección Civil, bajo seis medidas fundamentales:
1.- Crear y operar el Sistema Nacional de Alertas, con información en tiempo real, para aumentar la seguridad de los mexicanos en situación de peligro.
2.- Iniciar la operación de la estrategia México Seguro ante Desastres, con el fin de contar con infraestructura y mayor capacidad de resistencia ante un fenómeno natural.
3.- Iniciar una campaña de difusión de la cultura y la protección civil, con especial énfasis en los habitantes de las zonas más vulnerables.
4.- Actualizar el Atlas Nacional de Riesgos, para convertirlo en un instrumento útil en la planeación del desarrollo y el ordenamiento territorial.
5.- Establecer un Programa Nacional de Respuesta a Siniestros, Desastres y Emergencias.
6.- Crear cinco regiones con representación nacional de protección civil.
Programa que la realidad y la incompetencia hicieron pedazos con la entrada de los huracanes Manuel e Ingrid. Los cuales dejaron hasta ahora un total de 110 muertos, un millón de damnificados y perdidas económicas crecientes, como es el caso de Sinaloa en donde más de 150 mil hectáreas de cultivos se han perdido.
Los desastres naturales son cada vez más recurrentes, hay regiones donde las lluvias dejan periódicamente su huella de muerte y destrucción. Especialmente las que tienen altos índices de pobreza.

Por cada peso que se invierte en acciones preventivas, se ahorran SIETE pesos en obras y tareas de reconstrucción. Pero en México la inversión en prevención de desastres es 30 veces menor de lo que se gasta en atender las emergencias.
En el año 2000 las repercusiones económicas fueron de cerca de 2 mil millones de pesos cifra que aumentó un 700% llegando a los 14 mil millones de pesos en el 2009.
Se sigue culpando a la naturaleza de los desastres cuando en gran parte se debe a errores humanos:
• La falta de planeación y medidas adecuadas para proteger a la gente, la obra pública y las actividades económicas.
• La deforestación, como en Veracruz que ha acabado con el 60% de sus selvas y bosques.
• El atasco de cuencas hidrográficas.
Es importante recalcar que los árboles son de vital importancia sobre todo en época de lluvias pues amortiguan el paso de la lluvia, ayudando a absorber el agua que la tierra retiene y previniendo inundaciones.
Pero lamentablemente de cada 10 Árboles que se siembran solo 2 se mantienen con vida y cumplen el propósito de reforestación.
Sin duda datos como estos nos ponen a pensar en lo esencial de la reforestación y la manutención de nuestras selvas y nuestros bosques. No solo debemos plantar árboles sino cuidarlos y procurar por ellos de manera sustentable. Para este fin se puede contar con productos amigables para el ambiente como lo son los biofertilizantes que además ayudan a la regeneración de suelos y promueven un mejor desarrollo de plantas y árboles.
Para consultar el artículo original acceda a:
https://www.jornada.unam.mx/2013/09/23/opinion/023a1pol

El desarrollo de la biotecnología en México tiene un largo camino por recorrer y asimismo muchos campos en los cuales aportar beneficios. De la semana del 23 al 28 de junio de 2013 se llevó a cabo el XV Congeso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería en conjunto con el XII Simposio Internacional sobre Genética de Microorganismos Industriales en Cancún, Quintana Roo.
En este Congreso se dieron cita diversos investigadores de centros de investigación e instituciones especializadas en materia de biotecnología y genética reconocidos a nivel internacional, destacando proyectos innovadores dentro de ellos los relacionados en materia de biotecnología agrícola, como fue el caso de la biofertilización en donde el Dr. Mauricio Trujillo del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la U.N.A.M., habló sobre el desarrollo de la formulación líquida de un inoculante basado en la bacteria Azospirillum brasilense, con larga vida de anaquel, que fue transferido a la empresa Biofabrica Siglo XXI la cual lo llevará al mercado en los próximos meses. Este inoculante reporta incrementos de 1.8 veces en la producción de granos, en pruebas iniciales, siendo una nueva alternativa para fertilizar cultivos de distintos tipos como maíz, sorgo, caña de azúcar, avena, cebada, trigo, aguacate, mango, plátano, entre otros, aportando una forma sustentable de producir frutos y granos básicos a la agricultura mexicana.

Por otra parte se presentó el proyecto de la Dra. Damar López en conjunto con el reconocido investigador el Dr. Luis Herrera Estrella quienes pertenecen a la empresa StelaGenomics México S. de R.L. de C.V. , empresa nacida del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad del CINVESTAV, el proyecto consiste en introducir genes en diversos cultivos para estimular el uso de fosfitos, que es una fuente de fosforo normalmente no asimilable por las plantas, también limitan el crecimiento de las malezas en el campo donde son cultivadas, tecnología que puede ser aplicada en cualquier cultivo.
Otros proyectos presentados fueron el del Dr. Enrique Galindo del Instituto de Biotecnología de la U.N.A.M. que consiste en un biofungicida para mango, papaya y aguacate, que combate el hongo antracnosis, el biofungicida es amigable con el medio ambiente utilizando organismos enemigos del patógeno para reducir o eliminar los efectos dañinos a los cultivos.
Estos son algunos de los casos que ilustran que a pesar de los obstáculos es posible llevar al mercado desarrollos de alta tecnología a nivel internacional. En una importante vinculación entre empresas y centros de investigación. Los aportes de proyectos innovadores como estos a los diversos campos de la agricultura pueden dar como resultado una mayor competitividad frente a la producción mundial así como una mejora en la calidad de vida de las personas a la vez que se procura el medio ambiente.
https://dl.dropboxusercontent.com/u/63805385/Simposio%20Canc%C3%BAn%20Uni%C3%B3n%20(Galindo%202013).pdf

No es algo nuevo escuchar sobre estrategias a nivel de gobierno federal, municipal o estatal para combatir los problemas ambientales en el país. En este sexenio existen estrategias para mitigar los estragos al medio ambiente y a la naturaleza. Sin embargo de acuerdo a un documento redactado por la organización Greenpeace, se concluye que no existen propuestas reales por parte del gobierno actual para tratar los diversos problemas ambientales del país.
A pesar de existir iniciativas que se engloban en el Pacto por México como la Estrategia Nacional de Cambio Climático y el Plan Nacional Forestal, se da prioridad al beneficio económico, político e industrial en perjuicio de la biodiversidad. Basta echar un vistazo a las cifras manejadas por el mismo gobierno en donde se demuestra que estas iniciativas son insuficientes a todos los padecimientos que tiene el país como las del costo económico del agotamiento y degradación ambiental “que en 2011 representó 6.9 % del PIB; que las sequías, inundaciones y ciclones entre 2000 y 2010 ocasionaron alrededor de 5 mil muertes, 13 millones de afectados y pérdidas económicas por 250 mil millones de pesos…”
Los problemas son realmente graves “el origen de los problemas del agua en México está en el manejo del recurso, al priorizar su valor económico sobre su valor vital. Se da preferencia a las mega obras sobre la planeación sustentable de las cuencas” destaca Sinai Guevara de Greenpeace México. La realidad que nos aqueja se observa también en todos los problemas sociales derivados de la sobreexplotación de recursos naturales sea agua, bosques o minerales, dejando a poblaciones enteras afectadas y con la única alternativa de luchar por sus derechos.
Para Mireya Imaz coordinadora del Programa Universitario de Medio Ambiente, U.N.A.M. “hay muchas expectativas de las acciones que tomará el gobierno de Peña Nieto, sobre todo porque los últimos dos sexenios panistas fueron “bastante erráticos” en políticas ambientales.”
En México existen iniciativas para cambiar la situación actual en cuestión medio ambiental, tanto a nivel académico como empresarial; son estas instituciones nacionales quienes, en gran parte de los casos, así como la misma sociedad, deben y de hecho responden a las ineficiencias e ineficacia de los gobiernos. Nuestra empresa Biofabrica Siglo XXI, se pone dentro de este esquema que apunta hacía un manejo sustentable del campo y de los recursos naturales, procurando por no contaminar el medio ambiente y aportar un insumo económico a los productores y campesinos del país.

Para consultar el artículo de La Jornada: https://www.jornada.unam.mx/2013/06/23/opinion/015n1pol

Actualmente la desertificación y las sequias en territorio nacional son problemas que preocupan a gran parte de ganaderos y productores agrícolas en el país, pues aproximadamente el 40% del territorio ya registra sequías de moderadas a excepcionales.
Organizaciones campesinas aclaran que más allá de la inversión en infraestructura y créditos se requieren de acciones contundentes que ayuden a las personas a mejorar las condiciones tanto de producción agrícola como de manutención y cría de ganado. Este tipo de acciones pueden verse expresadas en la implementación de tecnología en el campo mexicano, con nuevos tipos de semillas resistentes a condiciones climáticas extremas, la reconversión de cultivos en zonas de temporal, el uso racional del agua con nuevos sistemas de riego y sobretodo la capacitación en el uso de estas nuevas tecnologías a productores del campo.
La implementación de nuevas tecnologías en el campo debe de promover una agricultura sustentable donde haya un manejo eficiente de los recursos naturales y no representen un gran gasto a los productores, como lo son los sistemas de riego en donde llegan a pagar hasta 30 mil pesos mensuales de energía eléctrica, y no dañen la tierra. El uso de los biofertilizantes ayuda a: regenerar la tierra, ahorro de agua en riego, disminuir los costos de producción, obtener mejores cosechas invirtiendo menos y procurando al medio ambiente.
Si desea consultar el artículo de La Jornada a propósito de las sequías en el país de click al siguiente enlace:
https://www.jornada.unam.mx/2013/04/01/sociedad/035n1soc

Por lo regular al hablar de gases de efecto invernadero se suele hacer referencia a un gas en particular, el bióxido de carbono. Sin embargo existen gases que por su reducido número y/o por falta de mediciones adecuadas no han sido tomados en cuenta dentro de aquellos que contribuyen al calentamiento global.
Este es el caso del metano y más aún, el óxido nitroso un gas de efecto invernadero con una capacidad de retención de calor a largo plazo 300 veces mayor que el bióxido de carbono. La principal actividad humana que genera emisiones de este gas a la atmosfera es la agricultura, pues la aplicación de fertilizantes químicos nitrogenados libera, entre otras cosas este gas, el cual se acumula en la atmosfera, mantos freáticos y en la tierra.
La agricultura intensiva ha causado la esterilidad de los suelos, donde el nitrógeno natural del suelo ya no está disponible para las plantas. Por lo que para asegurar la productividad de los cultivos se agregan grandes cantidades de fertilizantes químicos los cuales estimulan microbios en el suelo que convierten el nitrógeno en el dañino óxido nitroso.

Con el aumento de la conversión del uso de suelo para fines agrícolas por una creciente demanda alimentaria y la producción de nuevas tecnologías como los biocombustibles se necesitan alternativas para poder contrarrestar las emisiones de gases como el óxido nitroso. Dentro de las alternativas que existen y han sido probadas en diversos países se encuentran, compostas orgánicas, minerales para retención de humedad, como la zeolita y los biofertilizantes. Estos últimos elaborados a base de microorganismos benéficos ayudan a los cultivos a absorber de manera natural el nitrógeno atmosférico, reduciendo así las cantidades de fertilizantes químicos nitrogenados usados en la producción agrícola.
Implementando nuevas tecnologías amigables con el ambiente en lugar de fertilizantes químicos se reduce la emisión de óxido nitroso a la atmósfera, ayudando además a la regeneración de suelos.
Si deseas consultar más datos sobre el óxido nitroso y gases de efecto invernadero da click en el siguiente enlace:
https://verdebandera.com.mx/oxido-nitroso-y-metano-los-gases-olvidados-en-el-debate-sobre-bosques-y-cambio-climatico/