Entradas

No es algo nuevo escuchar sobre estrategias a nivel de gobierno federal, municipal o estatal para combatir los problemas ambientales en el país. En este sexenio existen estrategias para mitigar los estragos al medio ambiente y a la naturaleza. Sin embargo de acuerdo a un documento redactado por la organización Greenpeace, se concluye que no existen propuestas reales por parte del gobierno actual para tratar los diversos problemas ambientales del país.
A pesar de existir iniciativas que se engloban en el Pacto por México como la Estrategia Nacional de Cambio Climático y el Plan Nacional Forestal, se da prioridad al beneficio económico, político e industrial en perjuicio de la biodiversidad. Basta echar un vistazo a las cifras manejadas por el mismo gobierno en donde se demuestra que estas iniciativas son insuficientes a todos los padecimientos que tiene el país como las del costo económico del agotamiento y degradación ambiental “que en 2011 representó 6.9 % del PIB; que las sequías, inundaciones y ciclones entre 2000 y 2010 ocasionaron alrededor de 5 mil muertes, 13 millones de afectados y pérdidas económicas por 250 mil millones de pesos…”
Los problemas son realmente graves “el origen de los problemas del agua en México está en el manejo del recurso, al priorizar su valor económico sobre su valor vital. Se da preferencia a las mega obras sobre la planeación sustentable de las cuencas” destaca Sinai Guevara de Greenpeace México. La realidad que nos aqueja se observa también en todos los problemas sociales derivados de la sobreexplotación de recursos naturales sea agua, bosques o minerales, dejando a poblaciones enteras afectadas y con la única alternativa de luchar por sus derechos.
Para Mireya Imaz coordinadora del Programa Universitario de Medio Ambiente, U.N.A.M. “hay muchas expectativas de las acciones que tomará el gobierno de Peña Nieto, sobre todo porque los últimos dos sexenios panistas fueron “bastante erráticos” en políticas ambientales.”
En México existen iniciativas para cambiar la situación actual en cuestión medio ambiental, tanto a nivel académico como empresarial; son estas instituciones nacionales quienes, en gran parte de los casos, así como la misma sociedad, deben y de hecho responden a las ineficiencias e ineficacia de los gobiernos. Nuestra empresa Biofabrica Siglo XXI, se pone dentro de este esquema que apunta hacía un manejo sustentable del campo y de los recursos naturales, procurando por no contaminar el medio ambiente y aportar un insumo económico a los productores y campesinos del país.

Para consultar el artículo de La Jornada: https://www.jornada.unam.mx/2013/06/23/opinion/015n1pol

El jueves 28 de junio de 2012, el diario El Economista, publicó el suplemento titulado El Agro Inteligente donde se detallan varios aspectos relevantes del agro mexicano y del mundo. Uno de los artículos de mayor interés en esta publicación, fue el relativo a la caña: “Biotecnología y caña se unen”. En este artículo, se abordan los casos de México y Brasil, donde la biotecnología y la producción de caña se unen para aumentar los rendimientos y disminuir costos. Esto es posible gracias a la apuesta en investigación que se está haciendo en ambos países y la cual ya está dando valiosos resultados.

En Brasil por ejemplo, de acuerdo al artículo, se prevé un incremento en la producción de caña de tal modo que para el 2020, el país sudamericano estaría duplicando su producción anual “es decir, alcanzaría una cifra superior al 66% de la producción global actual”.[1]

¿De dónde vienen estas impresionantes expectativas? Estos incrementos en la productividad se deben principalmente a la “adopción de mejores prácticas productivas en los agricultores y al uso de biotecnología agrícola”[2] . El uso de biotecnología agrícola es muy importante ya que permite que la planta esté mejor protegida de enfermedades y plagas, lo cual se traduce en mayores rendimientos y menos riesgo de pérdidas.

En el caso de México, se están llevando a cabo investigaciones en el ramo cañero para determinar las variedades híbridas que permitan altos rendimientos (70 toneladas mediante el uso de material genético de alto rendimiento). Este proyecto de investigación se lleva a cabo en el marco de una transformación científica en el ramo cañero, en la que convergen proyectos de investigación como la “creación de la Estación Cuarentenaria de la Caña de Azúcar, la modernización de los campos experimentales en La Gloria, pertenecientes al Colegio de Postgraduados, y la modernización de la Estación de Hibridación del Centro de Investigación y Desarrollo de la Caña de Azúcar”[3] .

Esto demuestra que la articulación entre ciencia, tecnología y producción es un camino que dista de ser recorrido por completo y que hace falta mucho por hacer, sobre todo respecto al acercamiento tecnología-sociedad, ya que, lo más importante es que los productores conozcan los avances y los implementen.
En el artículo se menciona la biotecnología en el área de modificación genética. Existen otras áreas biotecnológicas que han demostrado ser altamente efectivas, tal es el caso de  nuestros biofertilizantes: Azofer® y Micorrizafer®, con los cuales se han obtenido rendimientos en caña de azúcar de hasta 192.8 toneladas por hectárea, lo que representa un incremento del 17.8% con respecto al testigo.

Validación en caña del uso de nuestros biofertilizantes: INIFAP, Morelos.


Los invitamos a leer el artículo completo en el siguiente vínculo:
https://eleconomista.com.mx/publicaciones-pdf/agrointeligente/agrointeligente-280612
 


[1] Alberto, Romero. “Biotecnología y caña se unen” en AgroInteligente, El Economista, 28 de junio de 2012. Año III, Número 24, México, D.F.
[2] Ídem.
[3] Ídem p. 11.

 

Biofabrica Siglo XXI y la UNAM a la vanguardia en la búsqueda de alternativas sustentables para la agricultura


El panorama actual para la agricultura a nivel mundial en el marco de crisis económicas y medioambientales no es nada alentador. Esto se debe a diversos factores como la erosión de las tierras cultivables, el cambio climático, la contaminación de acuíferos, entre otros así como el uso indiscriminado de agroquímicos. Respecto a estos últimos, particularmente la agricultura mexicana actualmente enfrenta problemas de tipo económico-social y ambiental.

Agroquímicos: panorama actual

Los fertilizantes e insecticidas químicos son insumos agrícolas cuyo propósito es el aumento en los rendimientos de los cultivos a corto plazo teniendo a su vez efectos sumamente peligrosos para el medio ambiente y para la salud a largo plazo, como ya desde hace 10 años lo había detallado la ONU en su reporte “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial 2000”[1], por otra parte, los precios de estos insumos se han disparado debido al aumento en los precios del petróleo[2] lo cual representa una fuerte carga para los agricultores. En suma, los agroquímicos ya no responden a las necesidades actuales económicas y medioambientales, lo cual ha propiciado alianzas estratégicas entre los sectores involucrados en Investigación y Desarrollo (I+D) tanto privados como públicos, ejemplo de ello en nuestro país son Biofabrica Siglo XXI y la Universidad Nacional Autónoma de México.

La UNAM y Biofabrica: Historia de una alianza sustentable en I+D

En 1980 en la UNAM se creó el Centro de Investigación sobre Fijación del Nitrógeno[3], dedicado a impulsar la investigación sobre biofertilizantes microbianos[4] como alternativa en la producción agrícola del país debido a su bajo costo[5], a sus propiedades regeneradoras del suelo, a que permiten el ahorro de agua, mejoran la nutrición de la planta y de manera relevante aumentan la productividad disminuyendo la fertilización química. La primera aplicación a gran escala de estos biofertilizantes en el campo mexicano se dio en el marco del programa Alianza para el Campo-SAGARPA en 1999. Los microorganismos utilizados fueron Azospirillum brasilense, Glomus intraradices y Rhizobium etli[6]. En total se biofertilizaron 1,882 263 has. en casi todo el país mostrando excelentes resultados, sin embargo, con el cambio de gobierno en el año 2000, el programa se desactivo. Pese a lo anterior, los involucrados en el proyecto estaban convencidos de los beneficios a largo plazo de este tipo de fertilización y siguieron colaborando a través de la empresa mexicana Biofarbica Siglo XXI.

Desde el 2003, Biofábrica Siglo XXI, en su calidad de empresa científica y tecnológica ha trabajado de manera conjunta con la UNAM en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías sustentables para la producción agrícola del país, en la formación de cuadros de profesionales y en la búsqueda de soluciones sostenibles, obteniendo resultados contundentes como el aumento de hasta un 46% en el cultivo de frijol por ejemplo, con un ahorro promedio de hasta $1600.00 en el costo de fertilización[7].


[1] Panorama General PMAM-2000, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 1999. https://www.unep.org/Geo2000/ov-es.pdf
[2] FAO
[3] Hoy Centro de Ciencias Genómicas
[4] Los biofertilizantes microbianos  son fertilizantes biológicos a base de microorganismos benéficos para la planta y el suelo.
[5] De acuerdo a los precios de Biofabrica, los biofertilizantes cuestan el 10% de lo que cuestan los agroquímicos
[6] Organismos microbianos basados en bacterias y hongos benéficos.
[7] Datos proporcionados por Biofabrica Siglo XXI y disponibles en www.biofabrica.commx o a través de contacto@biofabrica.com.mx

FUENTE UNIVERSO PYME
18 de mayo del 2011
Marcel Morales es un agrónomo y director de la Pyme que hace posible que un desarrollo tecnológico importante para el campo mexicano, se mantenga con vida a pesar de la actitud de los mexicanos.
BIOFÁBRICA SIGLO XXI OBTUVO la licencia para comercializar a nivel nacional uno de los grandes desarrollos tecnológicos de la ciencia universitaria en la UNAM. El Centro de Investigación sobre la Fijación de Nitrógeno consiguió desarrollar un producto que protege la raíz, fija el nitrógeno en las plantas y ayuda a su desarrollo reticular.
Este centro de investigación que hoy es de Ciencias Genómicas en materia de biofertilización ha recibido un gran reconocimiento mundial y desde 1999 Marcel Morales comenzó a trabajar la idea de un convenio para que su empresa y el desarrollo tecnológico pudieran trabajar juntos. Finalmente consigue su propósito y desde finales de la década anterior BIOFÁBRICA es la Pyme que hace posible que este producto se comercialice en nuestro país, no sin pocos problemas.
En el año 2000 México lanzó un programa para impulsar la biofertilización que consiguió incorporar a tres millones de hectáreas a nivel nacional a la nueva dinámica. Lamentablemente, con la llegada de Vicente Fox a la Presidencia el «Rey del Ajo», su «ilustre» y «afamado» «Mejor Secretario de Agricultura» a nivel nacional –según palabras de Vicente Fox– no le concedió importancia al proyecto a pesar de que fertilizar una hectárea con productos derivados del petróleo, nocivos a la tierra y al organismo humano, cuesta tres mil pesos y la fertilización con este recurso cuesta 200 pesos para la misma superficie.
Por supuesto que en México nada importa que los resultados de incrementos en la productividad de la tierra sean tan notorios; en maíz incrementó 25 por ciento la cosecha, 30 por ciento en trigo, 30 por ciento en cebada, frijol y otros. En el año 2000 se tomó la decisión de desaparecer el programa de fertilización con este producto y desde entonces descansa sobre esta empresa la comercialización del producto.
Lamentablemente el INIFAP, organismo gubernamental que sólo debe de certificar y promover la fertilización por estas vías biológicas y evitar fraudes con productos que dicen ser fertilizantes, cuando en realidad son sólo tierra, en lugar de trabajar para estos menesteres esta ahora vendiendo también kilos de biofertilizantes, cosa que acaba haciéndole la competencia desleal a una Pyme que se la ha jugado por México y que ha remado contra corriente.
Esta Pyme produce 400 mil dosis por año y entrega ya su producto, este desarrollo tecnológico mexicano, universitario, a 12 estados del país con magníficos resultados.
Read more: https://365historiasdeexito.blogspot.com/2011/05/dia-138-biofabrica-siglo-xxi-impulso-la.html#ixzz1f7paAYUy

Por Miriam Ramírez

La Semana de la Ciencia y la Innovación, celebrada este año del 22 al 26 de noviembre, en el Palacio de Minería y realizada por el Gobierno de la Ciudad de México, a través del Instituto de Ciencia y Tecnología, con la participación de la Academia Mexicana de Ciencias, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, instituciones de educación superior e investigación, así como la cúpula empresal tanto nacional como internacional, tuvo una reunión exitosa.

En el evento, se debatió el impacto del uso de la ciencia, la tecnología y la educación como vías primordiales para dar solución a los problemas sociales. Asímismo, se llevó acabo la exhibición de carteles que resumían los resultados de los proyectos de investigación científica, que investigadores mexicanos realizaron con motivo del Programa Estancias de Jóvenes en empresas del Distrito Federal, el cual otorgó becas en el 2009.

Durante la clausura de la Semana de la Ciencia y la Innovación, la Maestra en Ciencias, Yazmín Rivera Uria, becaria de la empresa mexicana Biofábrica Siglo XXI, fue distinguida con una medalla de plata conmemorativa por el cartel “Evaluación de los tres Biofertilizantes Glomus intraradices, Rhizobiu etli y Azospirillum brasilense en la bioremediación de los distintos tipos de suelos agrícolas”, obteniendo el Primer Lugar.

“Nunca me imaginé que me otorgarían el Primer Lugar, fue una sorpresa”, comentó Yamín Rivera, Maestra en Ciencias de la Tierra.

Biofábrica Siglo XXI, felicita a la M. en C. María Yazmín Rivera Uria por su trabajo y el reconomiciento obtenido.

CARTEL GANADOR


VIDEO: «Premiación durante la Semana de la Ciencia y la Innovación