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El pasado 9 y 10 de Agosto, se realizó en Querétaro el Seminario Internacional de Fertilización Integral organizado por parte de las Fundaciones Produce, A.C. (COFUPRO) y bajo el auspicio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). El evento contó además, con la participación de entidades como la Universidad Nacional Autónoma de México, México (UNAM), el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), entre otras.
Sebastián Lara Pastor, vicepresidente pecuario y de acuacultura de la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce destacó que 37% de los costos de producción está destinado a la compra de fertilizantes,  y que a través de la adopción de biofertilizantes y fertilizantes orgánicos se pueden reducir los gastos hasta en 12 por ciento.

 
Por su parte,  Guillermo del Bosque Macías, Director de Fibras Naturales y Biocombustible de la SAGARPA puntualizó que los biofertilizantes son una parte estratégicapara enfrentar los retos de este siglo; señaló que el uso de biotecnología aplicada al campo, reduce los costos de producción y es por ello que los biofertilizantes son un punto estratégico de la federación el cual que va de la mano con el desarrollo social y económico del país en donde la principal preocupación es revertir el daño ecológico y haciendo un uso óptimo de los recursos naturales que aún nos quedan.
El primer día se dedicó a exponer la experiencia de México en materia de los biofertilizantes. En este rubro, el Dr. Humberto Peralta, investigador del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM, habló sobre la experiencia científica mexicana en cuanto a los biofertilizantes. En esta ponencia destacó la relación del CCG con Biofábrica Siglo XXI en cuanto a investigación, desarrollo y comercialización.
Otro tema de preocupación, sin embargo, es la rápida aparición de productos que no cuentan con los estándares mínimos de calidad y que pueden dañar los cultivos y generar pérdidas económicas. Por ello es importante incorporar la biotecnología al sistema de producción, tomando en cuenta la calidad de los productos y el prestigio de la empresa.
Biofabrica Siglo XXI, comprometida con el desarrollo del campo, cuenta con todos los registros de sanidad necesarios, emitidos por la SAGARPA, además de que investiga continuamente procesos innovadores para mejorar la situación agrícola del campo.
https://www.cofupro.org.mx/cofupro/cofupro_web.php?documentweb=1&idseccion=395
 
 

El periódico Provincia en su edición digital, publicó una nota, hace un par de días, sobre la preocupación latente en el campo debido a las pocas oportunidades de desarrollo que hay en el mismo para los jóvenes. La nota, escrita por Sahara Jarillo tiene por título “Al Campo Mexicano le Quedan 15 Años” y se basa en una entrevista a Javier Rivera Calderón, Presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Cabildo Moreliano.

A continuación compartimos el artículo, enfatizando en la necesidad de adoptar alternativas sostenibles que además de ser ecológicamente viables, tengan un enfoque humano de justicia social.

Los productos de Biofabrica son una opción viable para el aumento en la productividad y el ahorro en los costos de producción a un precio accesible. Con nuestros productos además de mejorar la fertilidad del suelo e incrementar la salud de los cultivos, se obtienen mayores ganancias para el productor. En Biofabrica estamos seguros de que el campo mexicano tiene mucho que dar, por eso seguiremos investigando e innovando para ofrecer soluciones viables al agro mexicano y a su gente.

Nota: https://www.provincia.com.mx/2012/08/le-dan15-anos-de-vida-al-campo-comision-de-desarrollo-rural/

 
 

Durante el Segundo Foro Nacional “Prospectivas de la Sanidad, Inocuidad, Calidad y Producción Convencional y Orgánica de los Alimentos”, el rector de la Universisdad Autónoma de Chapingo, Carlos Alberto Villaseñor Perea, expresó su preocupación por la calidad de los alimentos que se consumen en el país. De acuerdo con el Rector, lo mejor del país se exporta y el resto se queda en el país.

Aseguró que “en México existen 2 mil 300 sustancias de agroquímicos registradas y utilizadas en el campo, de los cuales el 90% son sintéticos y el 10% son bioplaguicidas. El 20% de éstos tiene alguna prohibición en el mercado de destino porque afectan a los alimentos.”[1]

El excesivo uso de agroquímicos no sólo afecta la fertilidad del suelo en ocasiones, de acuerdo al tipo de químico que se maneja, puede afectarla salud de los humanos, tanto de aquéllos que aplican los agroquímicos como de los consumidores finales.

Lo anterior afecta directamente al derecho de todas las personas a consumir alimentos inocuos. En los países en vías de desarrollo por ejemplo, el “70% de las 1500 millones de episodios de diarrea por año son causados por alimentos biológicamente contaminados. Esto causa cada año mas de 2 millones de muertes en niños menores de 5 años.”[2] Estos contaminantes biológicos pueden ser desechos humanos, microorganismos patógenos, estiércol usad como abono que no haya sido bien procesado entre otros.

Es por esta razón que si se opta por implementar un insumo biológico al proceso de producción, el agricultor debe verificar la reputación de la empresa y asegurarse que el producto cuenta con las certificaciones correspondientes que garanticen que no se pondrá en riesgo su cultivo ni la salud de las personas.

El problema se abatirá únicamente adoptando mejores prácticas agrícolas, lo cual es urgente bajo este escenario ya que el uso de algunos agroquímicos y pesticidas impacta en la salud porque:

  1. Pueden envenenar a quien los aplica
  2. Contaminan suelos y agua
  3. Los alimentos tienen menor calidad nutricional

Una manera de reducir el riesgo de contaminación de los alimentos por el uso de sustancias químicas es mediante la sustitución de estos productos por el uso de biofertilizantes de biofabrica, los cuales aumentan los rendimientos y mejoran los suelos, además de que está demostrado que el uso de nuestros productos enriquece el contenido proteico de los alimentos, tal es el caso del frijol. De acuerdo con el Dr. Humberto Peralta, investigador del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM: “ El incremento de nitrógeno en la semilla repercute directamente en su calidad nutritiva y por ende, la semilla producida mediante el uso de esta bacteria como biofertilizante del cultivo es hasta 50% más nutritiva”[3]

La salud es asunto de seguridad nacional y todos debemos participar. Es por ello que de ninguna manera se pueden sacrificar salud y nutrición a cambio de alta productividad. Nuestros productos elevan ambos aspectos a la máxima eficiencia, es decir, se incrementan los rendimientos mientras que se obtienen cosechas más sanas y nutritivas además de que el costo es muy accesible, su uso no implica riesgos para quien los aplica y son muy fáciles de manejar.


[1] Javier Salinas Cesáreo, “Afecta a más de 90% de mexicanos la falta de sanidad de los alimentos” en La Jornada,  jueves 3 de ago. de 12. https://www.jornada.unam.mx/2012/08/03/ciencias
[2] Sander Essers, Inocuidad de Alimentos y Seguridad Alimentaria, FAO, 2005. https://www.fao.org/alc/legacy/iniciativa/cursos/Curso%202005/3prog/3_20.pdf
[3] Humberto, Peralta. “Biofertilizantes, alternativa sustentable para la Agricultura en México” en El Abasto, Panorama de la Distribución Alimenticia en México. GM Editores, 2006, p. 192.

Los principales diarios de todo el mundo reportan que la sequía en los Estados Unidos está afectando los precios de los granos básicos: maíz, trigo, soya, cebada, avena, sorgo y arroz.

¿Cómo impacta esto en México? De acuerdo con Juan Carlos Anaya, presidente del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas “la situación de Estados Unidos, que como principal productor del grano determina el mercado mundial, beneficiará a los productores mexicanos porque podrán mejorar sus precios.”[1]

Aunque los expertos aseguran que los efectos de la sequía en el país vecino no se verán reflejados de inmediato, es importante empezar a buscar alternativas que incrementen los rendimientos con un bajo costo de producción de tal manera que los agricultores puedan obtener la mayor ventaja de esta coyuntura.

De acuerdo al Bank of America Merril Linch, “los recientes incrementos en los precios del maíz y el trigo tendrán un efecto rezagado de 30% sobre los precios de los cereales a escala doméstica. En México, sería de tres meses y en Brasil, de nueve.”[2]

La siguiente infografía tomada de El Economista, ilustra cómo es que los precios han ido a la alza en los últimos meses.

https://eleconomista.com.mx/infografias/2012/07/31/maiz-alcanza-precio-record

Biofabrica Siglo XXI, comprometida con el desarrollo del agro mexicano, es una opción viable en este escenario de desafíos climatológicos y financieros. La Chacona Chiapas es ejemplo de ello:

En Octubre de 2011, en La Chacona Chiapas, se obtuvieron rendimientos de 9400 Kilogramos/hectárea en la parcela donde se aplicaron dos combos Azofer + Micorrizafer,  para ello se llevó a cabo una inversión de solamente $300.00 por combo, además de que hubo un ahorro en los costos de producción, ya que se aplicó únicamente el 75% de fertilizante químico. La parcela que se sembró con el 100% de fertilizante químico y sin biofertilizante, obtuvo un rendimiento de sólo 8,200 kilogramos/hectárea con un costo de producción más elevado.

El Secretario de Agricultura de los Estados Unidos se ha negado a especular sobre si la sequía que afecta a su país se debe al cambio climático[3], sin embargo, es evidente que los daños en causados por la actividad humana a la tierra se hacen presentes a cada momento, es por ello que la búsqueda de soluciones que den resultados a corto plazo y que mejoren el ambiente en el largo plazo son necesarias. Los biofertilizantes forman parte de este tipo de soluciones y están al alcance de todos.


[1] Susana González, “Se dispara 50% precio del maíz por sequía en EU”, en La Jornada, lunes 30 de julio de 2012 https://www.jornada.unam.mx/2012/07/30/economia/027n1eco
[2] Ana Valle, “Alza en 
el precio 
de los granos inquieta”, en El Economista, martes 31 de julio de 2012, https://eleconomista.com.mx/mercados-estadisticas/2012/07/30/alza-precio-granos-inquieta
[3] Peter Baker, Drought Threatens to Drive Up Food Prices
The New York Times,

El agua es un asunto prioritario en la agenda mundial. La falta de agua puede causar graves problemas que se traducen en pérdidas agrícolas, ganaderas e incluso humanas. Por otra parte, el exceso de la misma ocasiona inundaciones y desastres naturales que afectan entre otros aspectos, el patrimonio de las personas.

Sin embargo, estos son aspectos hidro-meteorológicos, en los cuales, las personas tienen muy poco margen de acción. Existen sin embargo, otros problemas concernientes al  agua en los cuales el ser humano tiene una injerencia directa ya sea provocándolos o evitándolos. Uno de ellos es la contaminación del agua  y en específico la contaminación derivada de ciertas prácticas agrícolas lo cual afecta directamente al suelo, al agua y a las plantas e indirectamente al ser humano quien es en última instancia dependiente de estos elementos.

Ejemplo de esto, es el uso excesivo de fertilizantes químicos para el aumento de la producción. De acuerdo al Diagnóstico del Agua en las Américas (Foro Consultivo, Científico y Tecnológico, 2012), en el caso de México, en 2008 se tiene el dato de que del total de las descargas contaminantes, el 14% corresponde al Nitrógeno. Si tomamos en cuenta que el 77% del agua en México se destina a la agricultura (dato aportado por el mismo reporte), es inevitable cuestionarnos cuanto de este nitrógeno se debe al uso indiscriminado de fertilizantes químicos nitrogenados.

Uno de los múltiples impactos del uso de este tipo de fertilizante, es la eutrificación o erofización, fenómeno mediante el cual se da un exceso en los nutrientes del agua, originando la paulatina muerte de la flora y la fauna ya se pierde el oxígeno, indispensable para la biodiversidad  de los ecosistemas marinos. La aplicación de los fertilizantes químicos nitrogenados ocasiona la eurofización debido a que , como se puede observar en el cuadro 1, los agroquímicos sólo son aprovechados en un 40% por la planta; el resto se filtra por la tierra contaminando los mantos acuíferos.

Eurofización

Otro dato interesante que aporta el Diagnóstico, es que desde 1997 se ha detectado la presencia de contaminación del agua por el uso de arsénico en los acuíferos de Zimapán, en Hidalgo, Valle del Guadiana, en Durango, y 17 municipios de la región de los Altos de Jalisco.

El empleo del arsénico en la agricultura ha disminuido, sin embargo, en el pasado se utilizaban los compuestos inorgánicos del mismo como plaguicidas en cultivos de algodón, huertos y frutales. A ello se debe mucha de la contaminación actual de las aguas.

¿Cómo enfrentar este problema de manera que no se vea afectada la productividad? Los biofertilizantes de Biofabrica son una herramienta de tecnología de punta altamente efectiva, ya que no sólo no contaminan, sino que además mejoran el suelo y proveen a las plantas de nitrógeno atmosférico (el cual es natural y no contaminante), aunado a esto, fortalecen a la planta de tal forma que ésta es más resistente a organismos patógenos y por si fuera poco, la planta hace un uso más eficiente del agua debido a que los hongos y bacterias la ayudan a asimilar los nutrientes difícilmente solubles. Todo lo anterior permite el aumento de rendimientos, disminuye el riesgo de pérdidas en las cosechas y permiten la reducción del uso de los fertilizantes químicos nitrogenados así como un mayor aprovechamiento de los mismos.

Es momento de adoptar prácticas agrícolas responsables con el entorno, mismas que sólo tendrán éxito en la medida en la que permitan mantener una productividad eficiente. El agua es un recurso precioso y finito, es asunto de las ciudades, es asunto de las zonas agrícolas, es asunto de todos y por ello debemos participar activamente en su preservación.

Para consultar el Diagnóstico se puede hacer clic en el siguiente vínculo:

https://www.foroconsultivo.org.mx/libros_editados/agua_2012/mexico.pdf

 

Aguscalientes será testigo de una transformación en la producción agroalimentaria a través de la puesta en marcha del ambicioso e innovador  Agroparque Industrial.

Este Agroparque será una unidad agroindustrial basada en adelantos tecnológicos, pero, ¿Qué es exactamente un agroparque? Un agroparque es una unidad de producción y de negocios que tiene por objetivo generar hortalizas de excelente calidad, con un nivel de producción de alto rendimiento y con tecnología de punta que incorpora prácticas sustentables. No sólo se enfoca en la producción, sino también en el empaque, distribución y comercialización de los productos. Producción y negocios se encuentran en un solo punto trabajando de manera coordinada para conseguir los máximos beneficios.

En Jalisco, ya hay tres agroparques en funcionamiento (Ubicados en Tamazula, Etzatlán y Ferrería), los cuales han mostrado resultados positivos en cuanto a la generación de empleos así como la adopción de prácticas agrícolas que generen mayores rendimientos con cultivos más sanos, disminuyendo los riesgos de plagas y enfermedades.

En Aguascalientes, sin embargo, de acuerdo a al gobernador Carlos Lozano de la Torre, el Agroparque que se pondrá en marcha será modelo nacional en la producción, procesamiento y comercialización agroindustrial. Este proyecto cuenta con asesoría de expertos en la materia provenientes de la Universidad de Wageningen, Holanda, a través del Grupo Alterra. Holanda se ha distinguido por ser uno de los países con mayor éxito en el desarrollo de este concepto.

La semana pasada, el gobernador del estado junto con el Director del Fondo de Capitalización de Inversión para el Sector Rural (FOCIR), Francisco Javier Delgado Mendoza, y un grupo de empresarios mexicanos reconocidos en el ramo agroindustrial, asistieron a Holanda para dar seguimiento a los avances del Agroparque que se está construyendo en Aguascalientes.

Esta visita se dio en el marco de la Feria Floriade 2012 en la ciudad de Venlo (Feria de horticultura que se lleva a cabo cada 10 años en Los Países Bajos), la cual es muy importante porque a ella asisten empresarios de todo el mundo, lo cual representa una oportunidad de negocios además de que en la exposición se tratan temas relevantes para la producción hortícola, tal es el caso del uso de la biotecnología, tema al que se le asignó un área especial dentro de la agenda.

Entre el grupo de empresas que viajaron a Venlo, se encuentra Biofabrica Siglo XXI, elegida para tal evento especialmente por ser una de las mejores empresas científicas y tecnológicas en México, por su enfoque en investigación y desarrollo de productos biotecnológicos para la producción agroalimentaria, y por su extenso trabajo con los mejores centros de investigación en el país además de que es la empresa dedicada a los biofertilizantes con mayor experiencia en campo y con los mejores resultados en el agro mexicano. Biofabrica expuso en este importante evento avances y resultados en relación a los biofertilizantes. Próximamente estaremos dando más detalles sobre su participación por este mismo medio.

La nota completa de esta visita se puede consultar a través del siguiente vínculo: https://www.oem.com.mx/elsoldelcentro/notas/n2598907.htm

El jueves 28 de junio de 2012, el diario El Economista, publicó el suplemento titulado El Agro Inteligente donde se detallan varios aspectos relevantes del agro mexicano y del mundo. Uno de los artículos de mayor interés en esta publicación, fue el relativo a la caña: “Biotecnología y caña se unen”. En este artículo, se abordan los casos de México y Brasil, donde la biotecnología y la producción de caña se unen para aumentar los rendimientos y disminuir costos. Esto es posible gracias a la apuesta en investigación que se está haciendo en ambos países y la cual ya está dando valiosos resultados.

En Brasil por ejemplo, de acuerdo al artículo, se prevé un incremento en la producción de caña de tal modo que para el 2020, el país sudamericano estaría duplicando su producción anual “es decir, alcanzaría una cifra superior al 66% de la producción global actual”.[1]

¿De dónde vienen estas impresionantes expectativas? Estos incrementos en la productividad se deben principalmente a la “adopción de mejores prácticas productivas en los agricultores y al uso de biotecnología agrícola”[2] . El uso de biotecnología agrícola es muy importante ya que permite que la planta esté mejor protegida de enfermedades y plagas, lo cual se traduce en mayores rendimientos y menos riesgo de pérdidas.

En el caso de México, se están llevando a cabo investigaciones en el ramo cañero para determinar las variedades híbridas que permitan altos rendimientos (70 toneladas mediante el uso de material genético de alto rendimiento). Este proyecto de investigación se lleva a cabo en el marco de una transformación científica en el ramo cañero, en la que convergen proyectos de investigación como la “creación de la Estación Cuarentenaria de la Caña de Azúcar, la modernización de los campos experimentales en La Gloria, pertenecientes al Colegio de Postgraduados, y la modernización de la Estación de Hibridación del Centro de Investigación y Desarrollo de la Caña de Azúcar”[3] .

Esto demuestra que la articulación entre ciencia, tecnología y producción es un camino que dista de ser recorrido por completo y que hace falta mucho por hacer, sobre todo respecto al acercamiento tecnología-sociedad, ya que, lo más importante es que los productores conozcan los avances y los implementen.
En el artículo se menciona la biotecnología en el área de modificación genética. Existen otras áreas biotecnológicas que han demostrado ser altamente efectivas, tal es el caso de  nuestros biofertilizantes: Azofer® y Micorrizafer®, con los cuales se han obtenido rendimientos en caña de azúcar de hasta 192.8 toneladas por hectárea, lo que representa un incremento del 17.8% con respecto al testigo.

Validación en caña del uso de nuestros biofertilizantes: INIFAP, Morelos.


Los invitamos a leer el artículo completo en el siguiente vínculo:
https://eleconomista.com.mx/publicaciones-pdf/agrointeligente/agrointeligente-280612
 


[1] Alberto, Romero. “Biotecnología y caña se unen” en AgroInteligente, El Economista, 28 de junio de 2012. Año III, Número 24, México, D.F.
[2] Ídem.
[3] Ídem p. 11.

 

Los debates alrededor de los combustibles envuelven varias aristas: sociedad, ambiente, rentabilidad, sustentabilidad, seguridad alimentaria entre otros importantes aspectos a considerar.

Uno de estos aspectos gira en torno a las políticas  públicas a implementar, ya que existe el temor de que la producción de biocombustibles afecte la de alimentos. Este debate solamente será superado en la medida en la que la ciencia avance y las innovaciones tecno-científicas se enfoquen en la búsqueda del equilibrio en la relación producción- sociedad-ambiente.

En este ejercicio de reflexión y de búsqueda de las alternativas que coadyuven a este equilibrio, compartimos con ustedes los resultados de un interesante trabajo de investigación, el cual se titula Sistemas Agroforestales con Acacias para la Producción de Leña y Frijol: Análisis alométrico y Energético. Este proyecto se hizo acreedor, por su importancia en el campo de la bioenergía, al segundo lugar del Premio PUMA de la UNAM (Programa Universitario de Medio Ambiente).

En este trabajo participaron: Ricardo Vázquez Perales y Jorge Islas Samperio ambos del Centro de Investigación en Energía, Ivonne Toledo García y Esperanza Martínez Romero del Centro de Ciencias Genómicas, Javier Aguillón Martínez del Instituto de Ingeniería y Raúl García Barrios, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, todos ellos centros de investigación de la UNAM. EL objetivo principal del trabajo fue “evaluar comparativamente la productividad de biomasa leñosa, contenido energético y de carbono (C), así como la cosecha de frijol en los tratamientos experimentales”.

Esto con el propósito de “reconvertir y recuperar suelos de vocación forestal perturbados por el cambio del uso del suelo a ganadería y agricultura, favoreciendo que los campesinos satisfagan la demanda de leña de uso doméstico familiar con la oportunidad de generar ingresos adicionales por la venta de excedentes”.

Esto es de suma importancia ya que uno de los resultados que arrojó el proyecto fue que las leguminosas como el frijol, ayudan a la recuperación de suelos desgastados y de baja fertilidad. El proyecto atribuye esta función rehabilitadora a la capacidad de las leguminosas para asociarse naturalmente con rizobios (bacterias fijadoras de nitrógeno). El rizobio que se utilizó en esta investigación fue específicamente el Rhizofer, nombre comercial del Rizobum Etli desarrollado por la UNAM y que actualmente se comercializa y produce a través de Biofabrica Siglo XXI.

Aunado a lo anterior, se compararon los resultados de productividad de frijol utilizando fertilización tanto biológica como química. El resultado de este experimento fue que “En el cultivo del frijol, la fertilización biológica promovió rendimientos significativamente mayores que la fertilización química”.  La fertilización biológica estuvo por arriba de los 800 Kg. ha

En resumen, son varios los factores a considerar para mejorar la producción de biomasa y los rendimientos en frijol: si es monocultivo o policultivo, la especie leñosa, si esta especie leñosa es interplantada o no con frijol y finalmente si éste último es fertilizado química o biológicamente, en este último aspecto como se pudo observar en la gráfica anterior, la biofertilización coadyuva a la obtención de rendimientos mayores de manera significativa.

Aprovechar al máximo los espacios que tiene la agricultura y mejorar los suelos a través de las leguminosas, es una necesidad, la cual puede ser atacada a través de la fertilización biológica lo cual impacta de manera positiva en los aspectos productivos y ecológicos.

Esto demuestra que la biofertilización es más efectiva en la producción de leguminosas y que por lo tanto la agricultura de autoconsumo se puede ver beneficiada de manera importante aumentando los rendimientos con lo cual se aprovecha el espacio resolviendo así la tensión entre producción de alimentos y la de biocombustibles.

Las alternativas existen y están disponibles, la inciativa de proeyctos como éste y la búsqueda de soluciones que contribuyan a mejorar la caldiad de vida no sólo del ser humano sino de la naturaleza, nos hace pensar que la ciencia puede ser humana y estar estrechamente relacionada con las necesidades reales de nuestra sociedad.

Agradecemos al Dr. Humberto Peralta que nos haya compartido esta valiosa información  y esperamos con entusiasmo ver los resultados finales publicados.

En horabuena por los esfuerzos que los universitarios realizan en la búsqueda de propuestas que apunten a soluciones específicas para necesidades reales de la sociedad mexicana.

Artículo completo:

https://dl.dropbox.com/u/63805385/Plantaciones%20energeticas_Vazquez%20et%20al.doc


* El artículo con los resultados de la investigación está próximo a publicarse. Los datos que aquí se presentan, así como los extractos que se citan, corresponden a la presentación de los resultados en el  VI Congreso de Bioenergía que se llevó a cabo en octubre de 2011 en Valladolid, España.

La fundación Hidalgo Produce decidió probar los biofertilizantes de Biofabrica Siglo XXI en la región de la Huasteca Hidalguense en el periodo de siembra de otoño – invierno en 2008 – 2009, los resultados obtenidos fueron sin duda satisfactorios y una vez más se logro comprobar que el uso de tecnologías nuevas en la agricultura puede dar nuevas capacidades de competencia a los productores y los productos del campo mexicano.
La Huasteca Hidalguense localizada al noreste del estado de Hidalgo es una zona de alta marginación con una población indígena de alrededor de un 85%. Sin embargo es considerada una región con prominente adaptación de cultivos de interés, entre los que destacan el maíz y el frijol de temporal.
El rendimiento por grano de la zona huasteca que abarca los municipios de Huejutla, Atlapexco y Xochiatipan, es un promedio de 1.9 ton/ha., en maíz y de 590 kg/ha en frijol según datos de la SAGARPA, rendimientos que son por demás bajos debido principalmente al establecimiento de materiales criollos, bajo o nulo uso de fertilizantes y por el manejo de bajas densidades de siembra; esto deja un ingreso neto promedio en la venta de granos a los habitantes de $3,230 para maíz y de $10,620 para frijol, considerando variables como el precio por kilogramo y el costo de producción.[1]

En el ciclo agrícola otoño – invierno de 2008 a 2009 se establecieron 4 parcelas demostrativas para el maíz de aproximadamente una hectárea utilizando biofertilizantes, se seleccionaron parcelas representativas del ambiente suelo – clima de la Huasteca, así como de condiciones socioeconómicas de los productores de distintas comunidades como Ahualoja, Tlachapa, Xocotitla y Pesmayo. El objetivo de esto fue, por medio de los biofertilizantes, mejorar la producción y la competitividad de los cultivos en la región además de capacitar a varias personas en el uso de nuevas tecnologías.

En las localidades se decidió validar 4 distintos tratamientos de fertilización los cuales fueron los siguientes: MicorrizaFer, AzoFer, MicorrizaFer + AzoFer y un testigo sin fertilizar.
Para evaluar el efecto de los biofertilizantes sobre el maíz se evaluaron 4 parámetros principales, el rendimiento de grano ajustado al 14% de humedad, el peso de raíz, el ingreso neto y el impacto socioeconómico de los resultados.
Una vez llegada la fecha de cosecha se pudieron observar los resultados destacando el tratamiento número 3 de asociación de AzoFer + MicorrizaFer sobre los otros tratamientos y dejando además al tratamiento testigo con baja competitividad. Se concluyo que el rendimiento en maíz de temporal en la Huasteca hidalguense con el uso de AzoFer + MicorrizaFer es factible de incrementarse hasta en un 75% con lo cual se puede elevar el ingreso neto de las personas de $3,230 hasta $7,000.
Para el caso del frijol se establecieron, al igual que en el caso del maíz, cuatro parcelas de validación en el ciclo otoño – invierno  de una hectárea aproximadamente cada una las parcelas fueron seleccionadas de acuerdo a las características de ambiente suelo – clima de la Huasteca y de las condiciones socioeconómicas de productores de las comunidades de Ahualoja, Los Otates y Tecolotitla. Los tratamientos de biofertilizantes a evaluar fueron: MicorrizaFer, RhizoFer, MicorrizaFer + RhizoFer y un testigo sin fertilizar. Los parámetros a evaluar fueron rendimiento de grano ajustado al 14% de humedad, ingreso neto e impacto socioeconómico de los resultados.

En el caso del frijol se obtuvo que la inoculación de semilla con RhizoFer obtuvo el mayor rendimiento de grano seguido por la MicorrizaFer, en este caso la asociación entre el RhizoFer y la MicorrizaFer no obtuvo resultados tan sobresalientes. Se pudo observar que el ingreso neto se incrementó en un 300% en comparación con la producción tradicional y costos de producción del periodo 2008 – 2009, esto es la elevación del ingreso neto de $10,620 a $30,000.
Observándose así los resultados tanto en maíz como en frijol se puede concluir que el uso de biofertilizantes en la zona de la Huasteca hidalguense potenció a la región con capacidad de competencia y aumentó significativamente los rendimientos por grano además del ingreso neto de los productores.

Mayor número de vainas de frijol con tratamiento de  biofertilizantes.
Un punto a destacar fue que se logró capacitar sobre el uso y manejo de biofertilizantes y densidad de siembra a 175 técnicos, superando la meta que se propuso en un inicio de 20 prestadores de servicios profesionales. De igual forma se logró capacitar a 128 productores de la región.
Si desea consultar el artículo completo de la Fundación Produce Hidalgo sobre el uso de Biofertilizantes en la Huasteca Hidalguense en el periodo ototño – invierno 2008 – 2009, favor de entrar al siguiente enlace:
https://www.hidalgoproduce.org.mx/PDFARCHIVOS/REVISTA28.pdf
Fuente: Revista “Innovando Juntos”, Órgano informativo para el Agro – Hidalguense. Año 7 Núm. 28, 2010 pp. 10 – 21


[1] En el periodo de otoño – invierno de 2008 – 2009 el precio por kilogramo de maíz y frijol respectivamente eran de: $3.70 y $18.00. El costo de producción promedio para maíz era de $5,000 y de $8,000 para frijol. Datos obtenidos de la revista de la Fundación Hidalgo Produce “Innovando juntos” Año 7 Núm. 28, 2010 pp. 10 – 21.

 

Biofabrica Siglo XXI y la UNAM a la vanguardia en la búsqueda de alternativas sustentables para la agricultura


El panorama actual para la agricultura a nivel mundial en el marco de crisis económicas y medioambientales no es nada alentador. Esto se debe a diversos factores como la erosión de las tierras cultivables, el cambio climático, la contaminación de acuíferos, entre otros así como el uso indiscriminado de agroquímicos. Respecto a estos últimos, particularmente la agricultura mexicana actualmente enfrenta problemas de tipo económico-social y ambiental.

Agroquímicos: panorama actual

Los fertilizantes e insecticidas químicos son insumos agrícolas cuyo propósito es el aumento en los rendimientos de los cultivos a corto plazo teniendo a su vez efectos sumamente peligrosos para el medio ambiente y para la salud a largo plazo, como ya desde hace 10 años lo había detallado la ONU en su reporte “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial 2000”[1], por otra parte, los precios de estos insumos se han disparado debido al aumento en los precios del petróleo[2] lo cual representa una fuerte carga para los agricultores. En suma, los agroquímicos ya no responden a las necesidades actuales económicas y medioambientales, lo cual ha propiciado alianzas estratégicas entre los sectores involucrados en Investigación y Desarrollo (I+D) tanto privados como públicos, ejemplo de ello en nuestro país son Biofabrica Siglo XXI y la Universidad Nacional Autónoma de México.

La UNAM y Biofabrica: Historia de una alianza sustentable en I+D

En 1980 en la UNAM se creó el Centro de Investigación sobre Fijación del Nitrógeno[3], dedicado a impulsar la investigación sobre biofertilizantes microbianos[4] como alternativa en la producción agrícola del país debido a su bajo costo[5], a sus propiedades regeneradoras del suelo, a que permiten el ahorro de agua, mejoran la nutrición de la planta y de manera relevante aumentan la productividad disminuyendo la fertilización química. La primera aplicación a gran escala de estos biofertilizantes en el campo mexicano se dio en el marco del programa Alianza para el Campo-SAGARPA en 1999. Los microorganismos utilizados fueron Azospirillum brasilense, Glomus intraradices y Rhizobium etli[6]. En total se biofertilizaron 1,882 263 has. en casi todo el país mostrando excelentes resultados, sin embargo, con el cambio de gobierno en el año 2000, el programa se desactivo. Pese a lo anterior, los involucrados en el proyecto estaban convencidos de los beneficios a largo plazo de este tipo de fertilización y siguieron colaborando a través de la empresa mexicana Biofarbica Siglo XXI.

Desde el 2003, Biofábrica Siglo XXI, en su calidad de empresa científica y tecnológica ha trabajado de manera conjunta con la UNAM en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías sustentables para la producción agrícola del país, en la formación de cuadros de profesionales y en la búsqueda de soluciones sostenibles, obteniendo resultados contundentes como el aumento de hasta un 46% en el cultivo de frijol por ejemplo, con un ahorro promedio de hasta $1600.00 en el costo de fertilización[7].


[1] Panorama General PMAM-2000, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 1999. https://www.unep.org/Geo2000/ov-es.pdf
[2] FAO
[3] Hoy Centro de Ciencias Genómicas
[4] Los biofertilizantes microbianos  son fertilizantes biológicos a base de microorganismos benéficos para la planta y el suelo.
[5] De acuerdo a los precios de Biofabrica, los biofertilizantes cuestan el 10% de lo que cuestan los agroquímicos
[6] Organismos microbianos basados en bacterias y hongos benéficos.
[7] Datos proporcionados por Biofabrica Siglo XXI y disponibles en www.biofabrica.commx o a través de contacto@biofabrica.com.mx